A más de tres años de la llegada de Bernardo Rodríguez Alamilla a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, la instancia ha logrado contribuir a la solución de más de 300 conflictos sociales en la entidad, entre ellos el más reciente acontecido este enero en Tlacolula, donde pobladores amenazaban con linchar a dos mujeres, situación que finalmente pudo ser controlada.
Por medio de procesos de diálogo y mediación entre las comunidades, se han establecido estrategias de conciliación para generar la paz entre las poblaciones en conflicto. Uno de los casos más representativos es el de San Sebastián La Nopalera y Zimatlán de Lázaro Cárdenas, Putla Villa de Guerrero, donde tras un conflicto agrario de 12 años, la intervención de la DDHPO permitió la realización pacífica del caminamiento y brecheo de la zona limítrofe de estas localidades.
La Defensoría ha dado acompañamiento a personas en situación de desplazamiento de San Juan Copala y Santiago Juxtlahuaca así como también a las personas migrantes provenientes de Centroamérica. Todo ello ha sido posible a través de una reingeniería institucional que permitió reorganizar a la institución para dar resultados al pueblo de Oaxaca.
Cabe destacar que la actuación que tuvo la DDHPO durante la pandemia Covid-19, ya que derivado de la complejidad social en el estado, muchas comunidades cerraron sus entradas a las comunidades, impusieron multas y otras sanciones, por lo que la Defensoría y su titular, tuvieron un papel fundamental para garantizar en todo momento el respeto a los Derechos Humanos.
La visión de trabajo permanente y resultados que ha propiciado su titular Bernardo Rodríguez Alamilla, ha sido reconocida ampliamente ante la Asamblea y Congreso Nacional de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos de la que Oaxaca fue sede recientemente.