La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que a lo largo de 24 jornadas de juicio oral, el Ministerio Público logró demostrar –mediante 120 pruebas desahogadas– que el joven fue responsable de privar de la vida a la profesora.
Alrededor de las 14:00 horas, Diego Urik llegó a la sala de oralidad 16 del Centro de Reinserción Social (Cereso) con vestimenta formal y, sin expresar ni una sola palabra, escuchó su sentencia en voz del juez Ariel Montoya Romero, relataron medios locales.
“Las acciones que ejecutó fueron evidentemente con desprecio a la mujer, vulnerando con ello su derecho a la integridad psíquica, física y su dignidad como persona”, expuso la FGE.
La Fiscalía informó que con la valoración de múltiples pruebas, peritajes y testimonios presentados por el MP fue como se resolvió y determinó la penalidad de 50 años de prisión y el pago de reparación del daño por un monto superior a un millón 200 mil pesos contra el imputado, detenido desde el 30 de septiembre de 2020.
“La Fiscalía General del Estado pidió una pena ejemplar y con perspectiva de género para el responsable, lo cual este día se ha cristalizado, con la determinación del juzgador”, aseguró.
Jessica fue asesinada el 21 de septiembre de 2020. Su cuerpo fue hallado cuatro días después con al menos 31 golpes.
Según lo narrado antes el juez el día que Diego fue declarado culpable –más de dos años después del feminicidio–, el joven pidió ayuda a sus amigos para esconder el cuerpo de Jessica, pero se negaron.
Su familia fue cómplice de su crimen y lo ayudó a huir hasta Jalisco, donde fue capturado el 30 de septiembre de 2022.
Tras salir de la audiencia en la que se dictó sentencia a Diego, se le preguntó a la madre de Jessica, Verónica Villaseñor Ferreyra, si estaba satisfecha con la condena.
“Sí, porque fue lo que realmente le comprobamos, con todas las pruebas y la carpeta tan basta. Sí, efectivamente”, contestó tranquila.
Agencia Reforma