Un equipo de científicos detectó unas señales de radio repetitivas de un exoplaneta cercano al sistema solar que podrían estar señalándonos que este cuerpo celeste tiene tanto atmósfera como su propio campo magnético, algo trascendental para la vida y que no se había detectado hasta ahora en planetas similares al nuestro.
Los investigadores del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado Boulder han encontrado en YZ Ceti b el mejor ejemplo de campo magnético que se haya visto, aunque todavía queda por confirmarlo. En un comunicado de prensa, el coautor del estudio, Jackie Villadsen, profesor asistente de física y astronomía en la Universidad de Bucknell, manifestó estar “viendo algo que nadie ha visto antes”.
La fuerte radiación electromagnética del exoplaneta ubicado a 12 años luz de la Tierra, fue registrada por los telescopios Karl G.
Para que el fenómeno astrofísico pueda ser detectable a una larga distancia, estas deben ser muy intensas, cuestión que es más difícil de apreciar en cuerpos celestes de igual tamaño que el planeta Tierra.
Así mismo, los campos magnéticos son invisibles, lo que dificulta la posibilidad determinar si este realmente existe.Pero, si la densidad de flujo del exoplaneta atraviesa una suficiente cantidad de materia estelar, la estrella emitirá ondas de radio brillantes.
Por lo tanto, al medir la radiación electromagnética se puede determinar la fuerza del campo magnético de un planeta.
“Esto nos está dando nueva información sobre el entorno de las estrellas es lo que estamos llamando clima espacial extrasolar”, aseguró Pineda, citando a El Confidencial.
De esta manera, es que el equipo modeló el entorno magnetosférico del sistema en el contexto de las interrelaciones magnéticas estrella-planeta (SPI, por sus siglas en inglés) subalfvénicos y es esto lo que fundamenta que las señales repetidas detectadas provienen desde un planeta similar a la Tierra.
La investigación indica que YZ Ceti b se encuentra en una órbita a una velocidad de dos días terrestres, lo que significa, que el campo magnético del exoplaneta con el plasma de la estrella tipo M con frecuencia interaccionan. También, los especialistas, una vez que midieron estas ondas de radio, lograron medir la fuerza del campo magnético, descubriendo que lo que se estaba viendo es una aurora en la estrella.
El director del programa del Observatorio Nacional de Radioastronomía, Joe Pesce, expresó que esta investigación muestra no solo que este exoplaneta rocoso en particular probablemente tenga un campo magnético, sino que “proporciona un método prometedor para encontrar más”. La investigación fue publicada en la revista Nature Astronomy.
Fuente: Sputnik