A pocos días de conmemorarse el Día del Maestro en México, es recordado uno de los casos de mujeres desaparecidas que continúan sin solución.
Se trata de Daniela Muñoz Muñoz, una profesora de 25 años que fue vista por última vez en la Calle Barberan y Collar, municipio de Apizaco, Tlaxcala el 13 de septiembre de 2020.
Después de casi tres años de no saber sobre el paradero de la víctima, la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala (PGJE) este 11 de mayo emitió acuerdo en el que se ofrece recompensa de 300 mil pesos a quien o quienes proporcionen información veraz y útil de Daniela.
Fue a través del Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Tlaxcala que se informó que los datos aportados serán recibidos por la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y No Localizadas (Fepdnl) o mediante el número telefónico 01 246 46 50 500, además del correo electrónico coordinadormp.desaparecidos@pgjtlaxcalla.gob.mx.
El documento señaló que la entrega de la recompensa “se realizará en un solo pago en los términos del procediemiento que ordene la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado”, asimismo aseguraron confidencialidad para la persona que aporte la información.
Indicó también que en caso de que dos o más personas proporcionan información respecto de la víctima, “tendrá derecho a la recompensa el que primero la hubiere proporcionado”.
La desaparición de Daniela Muñoz Muñoz ocurrió el 13 de septiembre de 2020 en Tlaxcala.
De acuerdo a primeros reportes y testimonios expuestos por sus familiares, aquel día la joven salió de su casa para asisitir a una reunión con un hombre identificado como Álvaro Daniel “N”.
Quien habría sido señalado como principal sospechoso ya que fue el último en hablar con Daniela. A este sujeto lo detuvieron en octubre de ese mismo año en el Estado de México.
Álvaro “N” permanece en prisión preventiva ya que el caso sigue investigándose, y el hombre no ha cooperado con alguna declaración desde ese entonces.
En la ficha de búsqueda emitida se describe a Daniela Muñoz con los siguientes rasgos físicos, cabello lacio, largo y de color negro. Sus ojos son grandes de color café obscuro y tiene cejas pobladas; mide un metro con 55 centímetros, es de complexión delgada y su piel es apiñonada.
Al momento de su desaparición vestía una blusa de tirantes color rosa, pantalón de mezclilla azul claro, tenis de color rosa del número veinticuatro y utilizaba lentes con armazón color morado. Como señas particulares tiene un lunar en la frente y usa brackets.
Fuente: Vanguardia