Ni un solo pronunciamiento ante hechos tan deleznables como son los crímenes violentos de mujeres.
¡Es increíble!, es una muda o también otro bello florero que adorna los pasillos de la Secretaría de las Mujeres, hablamos de Elisa Zepeda Lagunas.
Cuando pensaba que no habría alguien peor que la exsecretaria de la mujer, Ana Vásquez Colmenares en el sexenio priista de Alejandro Murat Hinojosa, que chasco nos hemos llevado, porque sí, es mucho, pero mucho peor, y su silencio cómplice lo dice todo.
El estado de Oaxaca se cae a pedazos con la terrible ola de inseguridad que nos azota, reflejo de una ausencia grave de políticas y estrategias de seguridad, pero también contra la violencia de género, que poco o nada les importa a las autoridades estatales.
En cifras de acuerdo con el Secretariado de Seguridad Nacional somos el tercer estado en muertes violentas de mujeres, van 60 crímenes en el sexenio de Salomón Jara Cruz y en total de homicidios dolosos suman 471 de diciembre de 2022 a mayo de 2023, son los datos más actualizados que se tienen.
Mientras Zepeda Lagunas junto con su “amiguis” Karina Barón Ortiz del Secretariado Ejecutivo de Seguridad en Oaxaca se la pasan con sus “jornadas de paz y justicia”, llevando programas asistencialistas a los municipios, nada que ver con una política que combata la violencia de género, a las mujeres las siguen matando y no les importa.
Zepeda Lagunas ya fue diputada local, presidenta de la Comisión Permanente de Igualdad de Género en la pasada 64 Legislatura, así que no puede decir ni argumentar que no tiene conocimientos de políticas públicas contra la violencia de género. ¿O pasó de noche?
Y aunque es verdad que el tema de seguridad y justicia corresponde a la fiscalía general del Estado y a la Secretaría de Seguridad Pública, a ella le toca la prevención y la implementación de programas efectivos y eficaces que combatan y erradican esa violencia feminicida desde el hogar.
Pero no vemos, hasta ahora, ninguna acción seria sobre ese tema, solo, insisto, una red de mujeres electoreras.
Hasta ahora, existe resistencia del funcionariado público, fundamentalmente del sector justicia, para aceptar que nos encontramos frente a una violencia estructural y simbólica derivada de sociedades patriarcales como la nuestra donde se establecen relaciones desiguales entre mujeres y hombres, en perjuicio de las primeras.
Es indispensable que la administración del gobierno de Oaxaca asuma y acepte que el tratamiento de la violencia de género (patriarcal) en sus diversas formas, tipos y ámbitos requiere de estrategias eficaces, es decir, las y los funcionarios públicos deberán apropiarse de herramientas y mecanismos que les ayuden a comprender las causas que originan esta forma de violencia y estén en condiciones de actuar para erosionar los cimientos de este delito que aún forma parte de las normas sociales y de políticas establecidas, fortalecidas y normalizadas.
Y hablamos hasta del propio Fiscal, el de Seguridad Pública, magistrados, jueces, ministerios públicos y funcionarios en general. Hasta del gobernador en turno.
Es evidente que el tratamiento de esta forma de violencia tiene que partir del reconocimiento de que se trata de un fenómeno social y político, que no nos encontramos frente a un asunto privado de cada mujer.
Asimismo, los gobiernos deben asumir que las nuevas tecnologías han provocado cambios sociales como no se habían visto desde antes de la revolución industrial, estos cambios han transformado el tejido social y el imaginario colectivo, destacan la crisis de la familia tradicional (patriarcal) y el surgimiento de nuevos modelos de familia.
Así como el debilitamiento del mercado de trabajo y la pérdida de derechos sociales; la distensión de la política frente a los poderes económicos; el déficit democrático y el fortalecimiento del consumo.
Esos cambios, sin duda, han traído nuevas formas de violencia contra las mujeres sin que signifique que las formas, tipos y ámbitos ya conocidos hayan desaparecido, podemos mencionar los múltiples asesinatos de mujeres (feminicidios) perpetrados por conocidos y también sin que medie una relación con el asesino; las violaciones sexuales, el acoso y el hostigamiento sexual.
Por otro lado, tenemos otro ingrediente más, la producción, comercialización y consumo de sexo a través de la pornografía, los entretenimientos sexuales, la trata de mujeres y niñas y la prostitución, al grado que representa la segunda o tercera fuente de beneficios del crimen organizado tras el negocio de las armas y las drogas en el mundo.
Las ganancias económicas alrededor del comercio del sexo se encuentran integradas totalmente en las economías nacionales, en la de los estados y en los municipios, porque son inmensamente rentables, por supuesto. Oaxaca no escapa a este fenómeno social.
Como bien señala la socióloga feminista Rosa Cobo, “si la discusión sobre todas las formas de violencia que se ejerce contra las mujeres ya era compleja, la dificultad crece exponencialmente si consideramos las nuevas formas de violencia patriarcal y el deseo ilimitado por el libre mercado, donde todo se puede comprar y vender, incluido el cuerpo de las mujeres”. Chequen las redes sociales.
Este es el desafío para los poderes del Estado mexicano en la construcción de la Paz, y por supuesto del gobierno de Oaxaca, entiéndanlo, Elisa Zepeda y Karina Barón.
En el caso de Oaxaca, esperamos que el Nuevo Pacto Social del que se habla, incorpore los cambios que verdaderamente se requieren y la erradicación de la corrupción y la impunidad que rodea la violencia patriarcal; que la agenda de la igualdad se incorpore a la agenda política global y se convierta en una prioridad.
Caso contrario, seguirán matando a las mujeres y el gobierno de la “Primavera Oaxaqueña” habrá fracasado en su “jornada de paz y justicia” para este sector hoy tan vulnerable.
DE COLOFÓN:
Reza aquél adagio popular “el pez por su boca muere”.
Y esto justamente es lo que pasa con el gobierno de Oaxaca, cuando el pasado 1 de mayo en su “Mañanera” acusara a las y los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa a cargo de Manuel Velasco Alcántara de ser unos corruptos, “no ayudan a resolver los problemas de corrupción, al contrario, los protegen”, soltó desde su púlpito el Mandatario oaxaqueño.
Ellos, los magistrados, “están al servicio de las empresas constructoras, mejor nos requieren a nosotros para poder pagar y eso pues no es correcto, miren como por fast track, una empresa que tiene relación con Jorge Castillo, si se acuerdan, pues los obligaron a que pagáramos una deuda y el Tribunal (de Justicia Administrativa) resolvió a favor, pero lo hicieron rapidísimo y nosotros no estamos de acuerdo de que sirva a algunos poderosos”, dijo en aquella ocasión.
Aquí les compartimos los videos de esa “Mañanera” en Oaxaca en la que se le fueron duro a las y los magistrados del TJAO:
Y este jueves, a petición, mediante oficio, del gobernador Salomón Jara Cruz pidió a las y los diputados de la 65 Legislatura del Estado ratificar al magistrado Javier Martín Villanueva Hernández, quien con 37 votos a favor seguirá en su magistratura.
¿Cómo la ven?, total incongruencia y también demagogia.
Y que pena la verdad por el consejero jurídico Geovani Vásquez Sagrero porque quedó en ridículo, puesto que el abogado participó en esa “Mañanera” donde dio una amplia explicación sobre los litigios de empresas a las que no les pagaron, las cuales dormían el sueño de los justos durante el pasado periodo, “tenemos requerimientos forzosos del pago de estas deudas, no estamos de acuerdo con las mismas, estamos en la ruta jurídica para que sean revisadas estas determinaciones”.
En algunas, incluso, reveló en esa ocasión que el sexenio anterior al cerrarse la administración, lo hicieron para que ya no hubiera posibilidad de defensa y estaban viendo la forma de no afectar el presupuesto por deudas que no se tenían previstas y que aparecieron. Y encontraron que algunas empresas tienen relación con Jorge Castillo y ahora llegan a reclamar deudas millonarias queriendo colapsar al gobierno.
Pues bueno. Ahora ya quedó ratificado uno de esos magistrados que presuntamente es corrupto, de un cuerpo de 12, de los cuales 11 fueron designados por el exgobernador Alejandro Murat Hinojosa.
¡Qué tal!
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