Por segundo año consecutivo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reprobó al sistema penitenciario de Oaxaca, con un puntaje de 5.41 sobre una base de 10.
De acuerdo con el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2022, las autoridades y la infraestructura penitenciarias empeoraron su desempeño en comparación con 2021, cuando también reprobaron pero con una calificación de 5.68.
El diagnóstico precisó que cinco de los nueve centro de reinserción social que controla la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) tuvieron calificaciones de cinco o cuatro puntos.
En el análisis, la CNDH midió ejes como aspectos que garantizan la integridad física de las personas al interior de las cárceles, garantías de una estancia digna, condiciones de gobernabilidad, efectividad de reinserción social y grupos de personas privadas de su libertad con necesidades específicas.
El peor desempeño fue detectado en el Cereso número siete con sede en Santo Domingo Tehuantepec, con 4.14 puntos, seguido del Centro de Reinserción Social Especializado para Pacientes Psiquiátricos, que obtuvo una calificación de 4.46.
Por su parte, el Cereso Varonil de San Francisco Tanivet, Tlacolula, obtuvo 5.27, y el de Santa Catarina Juquila (Cereso número 10), 5.62.
Las cárceles oaxaqueñas que obtuvieron calificaciones de seis y fueron consideradas con semáforo preventivo fueron el Cereso número tres, en Miahuatlán de Porfirio Díaz, con 6.01; el de la Villa de Mitla, con 6.02; el de Cuicatlán, con 6.16 y el de San Juan Bautista Tuxtepec, con 6.47.
En 2019, el sistema penitenciario de la entidad obtuvo una calificación de 6.66; en 2020, de 6.01; en 2021, de 5.68, y en 2022, de 5.41.