*Durante los últimos 12 años lo convirtieron en área para bodas, cuyos recursos no los invierten en el mantenimiento del Jardín
*Desconoce el secretario de Cultura, Víctor Cata si la fuente del maestro Francisco Toledo haya sido rehabilitada y esté funcionando
El pintor Luis Zárate urgió al gobierno estatal, que encabeza Salomón Jara, a desincorporar al Jardín Etnobotánico de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Oaxaca (OCV), una instancia que durante los últimos 12 años ha convertido a aquel espacio académico en un salón para bodas y eventos sociales, lo que lo ha sumido en una grave crisis y puesto en riesgo su vida como institución.
Zárate, que trabajó en coordinación con el artista Francisco Toledo para crear en 1993 aquel recinto, demandó a las autoridades convertir al Etnobotánico en un organismo autónomo de la administración pública y dotarlo de recursos propios que puedan ser invertidos en trabajos de rehabilitación, recuperación de especies perdidas, investigación y personal.
El internacional oaxaqueño indicó en entrevista con Primera Línea MX, que el principal problema que mantiene a esas instalaciones en una ruta hacia el colapso, es que ni uno de los casi 100 millones de pesos que ha recaudado en rentas durante la última década le ha sido devuelto a efecto de que se invierta en su mantenimiento.
En la actualidad, sostuvo, el Jardín Etnobotánico registra un deterioro evidente ante los ojos de cualquiera, como la desaparición de los recubrimientos del suelo y, por ende, la pérdida de caminos, la falta de revestimiento del sistema de agua y daños físicos en todo el edificio, incluida la fuente La sangre de Mitla, una de las piezas más emblemáticas elaborada por Francisco Toledo y que de cuatro años a la fecha ha sufrido de problemas en su funcionamiento, lo que ha obligado a desactivarla.
A ello, se suma la pérdida de especies de plantas y árboles que recibían un seguimiento especial en aquel centro de investigación y que otros puntos, como el invernadero, cuya creación fue merecedora de reconocimientos como el Premio Internacional de Arquitectura Sostenible, trabaje sin el equipo pertinente pasa regular la temperatura.
“Mientras esté considerado un salón de fiestas, lo vamos a ir acabando hasta que finalmente lo terminemos de destruir”, advirtió Zárate, al recordar que el complejo fue construido para ser una institución de investigación científica.
“El dinero, que es sobre todo de bodas, es un dinero que se va a la Secretaría de Finanzas y de ahí no regresan ningún peso para el mantenimiento y la conservación; para la investigación, para colectas del mismo jardín; esto ha hecho que hoy en día se encuentren en una situación lamentable”, reiteró.
Petición sin respuesta
Con la llegada del nuevo gobierno, agregó, presentó un proyecto para, primero, rehabilitar y, luego, recuperar al Jardín Etnobotánico y, además, formalizó ante el Congreso de Oaxaca y representantes del Poder Ejecutivo la petición de desincorporar el inmueble de la OCV; sin embargo, hasta el momento no ha recibido respuesta.
En la actualidad, dos de los espacios más importantes del Jardín Etnobotánico son administrados por la Oficina de Convenciones y Visitantes del gobierno estatal: el patio El Huaje y la plataforma sólida, que por decreto, desde la administración de Gabino Cué Monteagudo son utilizados como espacios en renta para la utilización de bodas, quince años y demás.
Sin embargo, de los 8 a 10 millones de pesos que aquel espacio genera al año, nada es utilizado para su conservación.
Puede seguir siendo alquilado
Luis Zárate sostuvo que, si se le regresara al recinto el 50 por ciento de las rentas que genera, éste funcionaría en óptimas condiciones e incluso con mejoras en sus áreas de investigación.
Aunque la ciencia debe ser prioridad para las autoridades, reiteró que, con un programa de trabajo integral, la realización de eventos puede seguirse incluyendo, pero de una forma regulada, que no ponga en riesgo la subsistencia de la institución.
No obstante, para ello se requiere de autonomía y de la creación de un consejo que medie entre los intereses académicos y económicos.
Pide auditoría
Lo que sí es imperativo, abundó, es que la autoridad estatal transparente a dónde han ido a parar los aproximadamente 100 millones de pesos que han sido generados durante los últimos 12 años.
Lo anterior, resaltó, porque la sociedad tiene derecho de conocer qué se ha hecho con un recurso público obtenido a partir de la utilización de un espacio destinado para la ciencia y la academia.
“Lo grave es que no sabemos qué se hace con este recurso que genera el Jardín Etnobotánico porque los sueldos son muy pocos; los trabajadores ganan muy poco dinero, y nadie los ha defendido; el día que uno se enfermó de cáncer lo despidieron. No hay una voz ni siquiera que hable por ellos, y realmente son muy pocos”, dijo.
“Esa pregunta está ahí para que el mismo gobierno la conteste. ¿Qué pasa con esos dineros? Seguimos funcionando como los gobiernos anteriores; no veo, no se nota, que realmente haya la intención de perfeccionar este jardín, de mejorarlo, aunque se siga alquilando; digamos, para bodas, pero más racionalmente, con un programa menos pesado.
“En el jardín no puede haber cuatro bodas el fin de semana porque es muy fuerte para el Jardín Etnobotánico: las plantas necesitan de noche trabajar para darnos oxígeno…”.
Desconocimiento en la Secretaría de las Culturas
Por su parte, el secretario de las Culturas, Víctor Cata, admitió desconocer cuánta inversión se requiere para rehabilitar el Jardín Etnobotánico.
Aunque sostuvo que todos los inmuebles culturales recibidos de la pasada administración “están en malas condiciones”, subrayó que la Secretaría de las Infraestructuras (Sinfra), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o el Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (INPAC) son las instancias que podrían dar un monto exacto o aproximado de la intervención.
Luego, al ser consultado sobre si existe algún proyecto para rehabilitar este año el jardín, pidió que este medio se pusiera en contacto con el actual director, Alejandro de Ávila.
“No sabría decir (el monto para la rehabilitación) porque tendríamos que ir con la Secretaría de Infraestructura, que es la que hace las evaluaciones o en su caso, como es un inmueble histórico, con el INAH o con el INPAC”, dijo.
Sobre un posible rescate del espacio, reiteró que “en este año estamos retomando muchos edificios; en este caso, yo creo que sería bueno platicar con el doctor Alejandro de Ávila”.
Cata sólo refirió que a principio de año entabló comunicación con la familia del extinto Francisco Toledo, que le notificó que ella se encargaría de rehabilitar la fuente La sangre de Mitla, aunque dijo desconocer si ésta ya estaba funcionando.
Sobre los cuestionamientos que existen por la millonaria cantidad de recursos que genera la renta de aquel espacio sin que ello se destine a su mantenimiento, sostuvo que “ahí habría que preguntarles a los que tienen el inmueble en uso”, en referencia a la OCV.
“Entiendo que hay varias dependencias y hasta donde sé el cobro pasa a Finanzas”, manifestó.