Bajo la sombra de polémicas como el acarreo de cientos de personas para impedir un nuevo vacío en el auditorio Guelaguetza, esta tarde culminó sin contratiempos la edición matutina de la Octava de la Guelaguetza de 2023.
Esta vez no fue como hace ocho días, cuando decenas de personas de asentamientos cercanos, como Santa Rosa Panzacola, fueron llevadas al cerro de El Fortín para llenar los huecos que se apreciaban en los palcos gratuitos, principalmente el “D”.
En la edición de esta mañana, desde antes de las 10:00 horas se observó un auditorio lleno, pero, de todas formas, con ciudadanas y ciudadanos haciendo fila a las afueras del inmueble a la espera de ser llamados en caso de cualquier contingencia de última hora.
Minutos después de las 12:00 horas, el grupo de hombres y mujeres se desintegró, cuando la festividad no corría ningún riesgo.
Al margen de las contrariedades relacionadas con la organización, a cargo de la Secretaría de Turismo, la celebración, como cada año, logró cautivar a propios y extraños.
Los sones, chilenas y jarabes, consiguieron que las personas reunidas alrededor de la rotonda de Las Azucenas ovacionaran a los integrantes de cada delegación.
Es tan cautivadora la esencia cultural de Oaxaca, que el músico internacional Carlos Santana no pudo resistirse a esta tradición y visitó el auditorio, donde realizó diversos recorridos y se tomó fotografías con decenas de seguidores que se percataron de su presencia.
Como ha sucedido durante los últimos años, el orden de las delegaciones invitadas cambió en relación con la edición de la semana pasada; en esta ocasión, la encargada de abrir la fiesta fue la Danza de la Pluma de Cuilápam de Guerrero.
Continuó San José Tenango con sus Sones Mazatecos; Santa Lucía Ocotlán, con el Jarabe del Tiznado; Santa María Zacatepec, con la representación de la Boda, Fandango y Carnaval Yacuate.
La quinta delegación fue la de Santa María Macuilxochitl, con la Mayordomía de San Mateo Apóstol y Evangelista; continuó San Sebastián Tecomaxtlahuaca, con la Danza de los Diablos, y San Pedro Tapanatepec, que presentó la Lavada y Planchada de la Ropa de San Pedro Apóstol
El octavo grupo en salir fue el de San Andrés Huaxpaltepec, con el Fandango de Cajón; luego llegó la Villa de San Blas Atempa, con la representación de la Fiesta Patronal de San Blas Obispo.
Santa María Huatulco, con sus sones y chilenas también estuvo en la Octava de la Guelaguetza, al igual que San Felipe Jalapa de Díaz, con Las Pastoras; Huajuapan de León, con el inconfundible Jarabe Mixteco y Santos Reyes Nopala, con la representación de la Boda Chatina.
Como siempre, el auditorio Guelaguetza vibró con la presencia de San Juan Bautista Tuxtepec y su Flor de Piña, al tiempo que San Miguel Villa Sola de Vega también hizo acto de presencia con la boda solteca.
Para finalizar con broche de oro, hicieron su arribo las Chinas oaxaqueñas, con el Jarabe del Valle.