Un grupo de desplazados triquis realiza una marcha por calles del centro de la ciudad de Oaxaca para exigir justicia a 13 años de los hechos violentos que ocurrieron en San Juan Copala, que obligaron a decenas de familias a huir de aquel punto de la región de la Mixteca y refugiarse en la capital del estado.
Una de las representantes de las y los inconformes sostuvo que, en la actualidad, las mesas de diálogo relacionadas con el tema del retorno a su lugar de origen permanecen suspendidas, al tiempo que denunció que las víctimas de desplazamiento forzado no han sido llamadas a participar en la “mesa por la paz” que sostiene el gobierno estatal con líderes de las organizaciones que mantienen el control en aquella microrregión.
Los manifestantes también acusaron violaciones a sus derechos humanos luego de que les fue retirado el poco apoyo oficial que recibían después de que fenecieron, en diciembre de 2022, las medidas cautelares implementadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En la marcha que se dirige al Zócalo de la ciudad, participa un grupo minoritario de manifestantes, con el argumento de que el resto de familias se ha tenido que movilizar a otros estados o incluso a otros países para poder sobrevivir.
Los indígenas triquis también acusaron ser víctimas de discriminación en la ciudad de Oaxaca.