Sin ningún motivo, la Dirección General del Colegio de Bachilleres de Oaxaca (Cobao), que encabeza Verónica Hernández González, desconoció como ganadora del certamen estatal de oratoria a la estudiante Eunice Santiago Díaz y, con ello, le arrebató la posibilidad de representar al estado en el campeonato nacional de la especialidad, realizado en Tlaxcala.
Familiares, alumnos y maestros del plantel 15 del Cobao, con sede en Unión Hidalgo, en la región del Istmo de Tehuantepec, denunciaron este jueves que al demandar una explicación, Verónica Hernández justificó que no sabía del tema cuando fue ella la que le colocó la medalla de ganadora estatal a la joven y le notificó su pase a la siguiente etapa, que se llevó a cabo el ocho de noviembre.
Ante ello, María del Socorro Díaz Ramón, madre de la menor, responsabilizó de tales hechos directamente a Hernández González y demandó una disculpa pública por parte de la institución y el resarcimiento de los daños psicológicos, físicos y económicos.
En conferencia de prensa, los afectados también denunciaron que otra joven oaxaqueña acudió a la competencia, en lugar de Eunice Santiago, y que al cuestionar de ello al Cobao, sus representantes argumentaron que la segunda estudiante había acudido con sus propios recursos y bajo su riesgo.
“No necesitamos gente que engañe, que juegue con las emociones de la juventud. Ya no se puede dar credibilidad a las autoridades”, recriminó la madre de familia en un pronunciamiento público.
“Entonces, los jóvenes, ¿en quién van a creer? Estamos los padres que los respaldamos, pero necesitan ese apoyo por parte de las autoridades educativas.
“Aquí se está formando el futuro de esta sociedad. En estos jóvenes tenemos la esperanza (pero) si no tenemos palabra y jugamos con sus emociones, ¿en quiénes van a creer estos jóvenes?, abundó.
Acompañada por su hija, la mujer detalló que para ser campeona estatal de oratoria, Eunice tuvo que competir en un certamen intramuros y, luego, en uno regional.
Posteriormente, para intervenir en la fase estatal, efectuada el 21 de septiembre, tuvo que seguirse preparando y organizar vendimias con el objetivo de obtener los recursos necesarios para su traslado.
“Pido una disculpa pública y que se pueda resarcir el daño. El daño emocional y psicológico; el desgaste físico y económico, porque tuvimos que trasladarnos a la ciudad de Oaxaca para poder recibir asesoría”, reclamó.