Mario Romero/Álvaro Morales
Pedro lleva cinco meses fuera de Venezuela. La pobreza que actualmente aqueja a la mayor parte de la población de la nación sudamericana, lo obligó a salir junto con su familia en busca del Sueño Americano.
Sin embargo, tras prácticamente medio año de travesía, Pedro y su familia permanecen estacionados en la ciudad de Oaxaca.
El camino se ha hecho más lento debido a que el originario de Maracaibo, Venezuela, debe estacionarse en cada país y ciudad por la que atraviesa, para juntar el dinero necesario para seguir el viaje y mantenerse día a día.
Situado en el cruce de las calles de Alcalá y Morelos, en el Centro Histórico de Oaxaca capital, Pedro ofrece sus servicios de compostura de zapatos.
A cambio de 50 pesos, el ciudadano venezolano ofrece costurar cualquier tipo de calzado y dejarlo 100 por ciento rehabilitado.
Esta actividad, cuenta el hombre, le ha permitido llegar hasta México, lugar donde renueva fuerzas para dar el brinco final hacia Estados Unidos.
Lo acompañan sus cuatro hijos, quienes observan cómo su padre se gana todos los días la vida.
En plena época decembrina, el ciudadano expresó que ha recibido el cobijo de la sociedad mexicana, lo que le permitió conmemorar con un pavo y un refresco el 24 de diciembre junto con su familia.
En Venezuela, lamentó, miles de familias han perdido la costumbre de reunirse en Navidad y Año Nuevo debido a la falta de recursos, que les impide reunirse en familia.