Mientras 21 estados del país han cumplido con casi un 90% del traspaso a la federalización de la salud con IMSS-Bienestar, los estados de Oaxaca y Guerrero permanecen con apenas un avance del 30 al 35% debido a que es la hora en que el encargado de la desaparecida Jefatura de Gobierno, Flavio Sosa Villavicencio y la titular de los Servicios de Salud, Alma Lilia Velasco no han logrado avances significativos y menos el saneo de las finanzas.
Es una vergüenza que al gobierno de Oaxaca nada le salga bien, precisamente por contar con malos funcionarios y pésimos asesores que, aun cuando ya está enterado de los tropiezos de sus colaboradores como el caso de las cédulas de los terrenos en disputa para el Parque Primavera que están mal, el gobernador Salomón Jara Cruz insiste en sostenerlos.
Para nadie es un secreto el desastre que se tiene en el sistema de salud en la entidad oaxaqueña, heredado, dice Jara, del pasado, aunque ellos tampoco se han puesto las pilas para avanzar en mejorar la infraestructura hospitalaria y uno de los temas torales por los que no hay avances en el traspaso es porque la federación requiere las finanzas saneadas.
Le piden “peras al olmo”.
En su momento, cuando era el desaparecido Insabi, también fue el mismo problema para poder hacer el traspaso, les pidieron sanear las finanzas de salud y no fue posible, salvo que solicitaran un préstamo para ese solo objetivo.
Eso, por supuesto, es un tema preocupante, puesto que la deuda acumulada en los Servicios de Salud de Oaxaca asciende, según la cifra oficial, a $12 mil 811 millones 965 mil 675 pesos y lo único que está haciendo Alma Lilia Velasco es abonarle al Servicio de Administración Tributaria los “paguitos” fiscales y del ISR de las y los trabajadores, pero nada les han abonado a los pasivos de los terceros institucionales.
De ese adeudo total, apenas han logrado reducirle más de $396 millones de pesos, para quedar en $12 mil 415 millones 895 mil 897 pesos, que es nada. Mientras que al ISSSTE le adeudan $2 mil 433 millones 293 mil pesos.
Pues bien.
Y es aquí donde el flamante asesor en salud, Sosa Villavicencio debió abocarse a negociar con la federación para que les permitiera avanzar en un tema toral como es el traspaso, porque tienen de plazo hasta el 21 de marzo para cumplir con el IMSS-Bienestar, en lo que buscan la forma de bajarle a la deuda acumulada.
Es más, sentar al gobernador Salomón Jara Cruz con el propio presidente de la República, AMLO para que, en ese nivel, se dé una solución, porque es verdad que la deuda en salud proviene desde el 2017, por pago de personal, había quienes cobraban hasta tres salarios, la enorme lista de “aviadores”, además del tráfico de medicamentos y equipos.
Cierto, no es un tema de esta administración en específico, pero si no buscan solucionar la deuda, no se podrá avanzar y eso es preocupante, porque en el sexenio de Alejandro Murat Hinojosa el asunto se atoró por el adeudo, pero también por los trabajadores de honorarios y nunca se hizo el traspaso al desaparecido Insabi.
La responsabilidad tanto de Flavio Sosa como de Alma Lilia Velasco era buscar los mecanismos para encontrar soluciones, pero el primero está más preocupado porque le den la delegación de IMSS-Bienestar, así lo filtró a algunos medios de comunicación, aunque después salió a decir que esa información era falsa.
¡No bueno!
En la supervisión que realizó el enviado del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a Oaxaca, el doctor Gustavo Reyes Terán visitó varios hospitales para checar en qué condiciones estaban trabajando y en el nosocomio de Pochutla, donde por cierto estuvo acompañado de Alma Lilia Velasco y de Sosa Villavicencio, constató la falta de personal médico y de insumos.
Y lo increíble ahí es que tienen un pediatra que trabaja como traumatólogo, así como tampoco hay un solo tomógrafo en ninguno de los hospitales de la Costa, cuando es fundamental que el nosocomio de ese nivel lo tenga, una cruda realidad de las serias deficiencias que la salud pública sigue enfrentando en Oaxaca.
La importancia de contar con aparatos de ese tipo es porque luego hay accidentados que llegan con traumatismo craneoencefálico y los pacientes tienen que ser trasladados a la capital oaxaqueña, porque a pesar de que, en Salina Cruz, que ya es la región del Istmo, cuentan con este servicio, no les reciben a sus pacientes.
Así de grave el tema de salud.
No tienen neurólogo, ni neurocirujano, menos cardiólogos, todos los pacientes tienen que acudir al Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca, ubicado en San Bartolo Coyotepec, donde actualmente tampoco tiene cardiólogo y hasta hace apenas dos semanas tampoco contaban con el medicamento para las quimioterapias.
¡Estamos jodidos!
Imagínense el nivel en el que estamos en materia de salud si hablamos de que hay una población de 2 millones 247 mil 135 personas que se atiende en este tipo de servicios de población abierta.
Y todo esto lo pudo constatar el enviado de la Presidencia de la República, que, por cierto, Reyes Terán de nueva cuenta supervisa en la actualidad los hospitales de la región Costa con un equipo multidisciplinario federal, porque el presidente López Obrador quiere que le entregue un diagnóstico completo de la situación de salud en Oaxaca.
Y en su visita al hospital regional de Huatulco, uno de los aparatos que no funciona es el de Rayos X, se escucha en uno de los videos que el mismo Flavio Sosa subió a sus redes cómo el personal que labora en ese nosocomio le da los pormenores al doctor Reyes Terán de las carencias en materia de salud y hasta en la tecnología como es el internet.
Esperamos que más adelante el diagnóstico de la entidad oaxaqueña lo de a conocer el presidente AMLO y veremos si les da tiempo y logran hacer el traspaso al IMSS-Bienestar con fecha límite el 21 de marzo, así lo anunció el propio López Obrador.
Menudo paquete el que le puso AMLO a Salomón Jara. Tiene que cumplir.
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