Con gran algarabía, Nino Morales Toledo, quien será la auténtica voz del pueblo en el Senado de la República, fue recibido calurosamente por sus hermanas y hermanos zapotecas.
En la Heroica Villa de San Blas Atempa, el candidato indígena sintió el respaldo de su pueblo en un encuentro lleno de esperanza y alegría.
“No tengo derecho a fallarles” fue el compromiso que resonó con fuerza entre sus paisanos, quienes lo han acompañado durante sus años de lucha.
El ánimo que se siente en las calles, en las plazas y las encuestas, reflejan la confianza que le tienen a su proyecto transformador.
Agradecido, por la presencia de sus padres, su hija y su esposa, aseguró que regresar a su tierra lo llena de emoción y alegría porque es ahí donde comenzó a construir el sueño de transformación junto a hombres y mujeres valientes.