– El informe de este organismo para investigar la guerra sucia en México, señala que en los municipios de la Costa Chica hubo represión, desaparición forzada y presos políticos.
– Esta familia también ha sido señalada recientemente por una organización internacional, de estar detrás del asesinato de cinco activistas en el estado en el año 2021.
El Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico “Fue el Estado (1965-1990)” señala a la familia Iglesias Meza del municipio Santiago Jamiltepec, de colaborar de manera activa en las acciones contrainsurgentes del Ejército Mexicano en la Costa Chica de Oaxaca, y que implicaron desapariciones forzadas, ejecuciones, represión, presos políticos y tortura.
De acuerdo con este organismo, creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para investigar y esclarecer la guerra sucia en México, asegura que esta familia se encargó de delatar a personas de Jamiltepec involucradas con la Brigada Revolucionaria Emiliano Zapata (BREZ); pero que, además, por medio de pistoleros (los Iglesias Meza) perpetraron ejecuciones de militantes, campesinos afines a la BREZ y opositores políticos.
Esta misma familia, recientemente, ha relacionada con el asesinato en el año 2021 de activistas y personas defensoras comunitarios que se oponen a la construcción de la Hidroeléctrica Paso de la Reyna en Santiago Jamiltepec, según la organización internacional Indigenous Peoples Rights International (IPRI).
El informe final del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico relata que en la región de la Costa Chica de Oaxaca, a principios de la década de 1970, fueron perpetradas graves violaciones a derechos humanas derivadas de la ejecución de campañas de militares desplegadas en contra de militantes de la autodenominada Brigada Revolucionaria Emiliano Zapata (BREZ) y de la población civil vinculada a ella o considerada base de apoyo del movimiento armado.
“Las constantes denuncias en contra de las acciones de la familia Iglesias Meza dieron lugar a que, el 30 de diciembre de 1972, un importante número de campesinos rodeara la casa de los terratenientes en Jamiltepec, para exigir su salida en 24 horas, debido a que eran señalados de cometer a una serie de actividades ilícitas como los asesinatos, despojos, robos a mano armada, abigeato, acaparamiento de tierra, compra e imposición de autoridades, siembra de mariguana, contratación de pistoleros para atemorizar a la gente, todo ello realizado al amparo de la autoridad estatal”.
Tras la expulsión de los terratenientes, por un breve periodo de tiempo, el Comité Central de Lucha (CCL) de la BREZ logró hacerse de la representación del comisariado ejidal a través de la elección del campesino de origen ñuu savi Mariano de la Cruz. De esta manera el CCL pudo controlar las dos principales instituciones de representación popular excluyendo a las élites locales, al mismo tiempo que mantenían una fuerte presencia social.
Sin embargo, señala que a principios de 1973, ante el regreso de algunos miembros de familia Iglesias Meza a Jamiltepec, el asesinato de Manuel Iglesias Meza y José Ludueñas Iglesias, presuntamente en una emboscada, así como un intento de los campesinos por quemar su casa con el objetivo de que salieran definitivamente de la zona, se generó un ambiente de violencia y persecución a simpatizantes y líderes del CCL, que dieron como resultado la ejecución, en distintos momentos, de seis hombres y una mujer que resultó con heridas en la cabeza, por arma de fuego.
Mientras que el 13 de febrero de 1973 se reportó la detención arbitraria, desaparición forzada transitoria y prisión por motivos políticos de Esteban Oviedo, por agentes del Estado, no identificados, según las declaraciones de campesinos, ante la prensa: “[…] fue sacado violentamente de la casa de Felipe Betanzos […] juntos con los indígenas Eulalio Hernández Curiel y Manuel Cajero. ‘Se lo llevaron amarrado. Se lo llevaron sin que mostrara alguna orden judicial’”.
Estos hechos provocaron la desmovilización del CCL, pero no implicó que las formas de organización y participación política desaparecieran.
“Una parte de los militantes del Comité se integraron a la lucha que dirigía la BREZ, con trabajo político desde 1972 entre los campesinos. Además, conforme avanzó el año de 1973 el influjo de la OPM se extendió a otras zonas de la costa, en municipios como San Juan Colorado, Chayuco, Pinotepa de don Luis, Pinotepa Nacional, Tututepec y comunidades de la zona más alta como Flores Magón, El Tambor, Tezontepec y otras, donde lograron aceptación entre la población”.
El Mecanismo menciona que en el propio índice de las operaciones militares, donde se registran las acciones llevadas a cabo por la 28/a Zona Militar en 1974, lleva por título “De los documentos que componen el expediente relacionado con el problema ‘Iglesias Meza’ de Pinotepa Nacional, Oax.”.
A partir de enero de 1973, después de que se diera a conocer la existencia de la BREZ, así como su vinculación con la población de Jamiltepec, ocurrieron las primeras operaciones contrainsurgentes en la región. La represión entonces se ejerció en contra de los que se consideraban adversarios tanto de los caciques como del Estado, no solo contra militantes de la OPM, sino en contra de todas las comunidades de la región por el hecho de ser sospechosas de colaborar con la BREZ.
Sin embargo, el Ejército mexicano no aceptó la existencia de una colaboración con la familia Iglesias Meza, incluso la 28/a Zona Militar informó que dichas acusaciones en contra de los militares destacamentados en Jamiltepec se debían a los conflictos por tierras entre ejidatarios, productores y grandes propietarios. Negando los señalamientos de apoyar a los terratenientes y acusar a campesinos de guerrilleros.
Asimismo, señala que la colaboración de los gobiernos a nivel municipal también fue fundamental para las operaciones militares, debido a que eran la autoridad inmediata en campo.
Se identificó que apoyaron acciones encaminadas a obtener la cooperación de la población, como muestra de ello, en la región de la Costa Chica de Oaxaca, tras un reacomodo táctico, las fuentes documentales indican que el Ejército tomó la estrategia de realizar reuniones en las localidades con la finalidad de exhortar a la población a colaborar con las acciones militares, por lo cual a finales de marzo el comandante del 54/o Batallón de Infantería realizó una reunión en la presidencia municipal de San José de las Flores, Jamiltepec, en la que se le hizo ver a la población “[…] el error de algunos campesinos que apoyan a los grupos de individuos armados”.
En un telegrama enviado el 3 de abril de 1974 se indica que el objetivo de las reuniones que venía realizando el Ejército mexicano con las poblaciones campesinas de la región era:
[exhortarlos] a colaborar con el gobierno y no dejarse llevar por ideas contrarias al mismo. Los asistentes a la reunión prometieron informar sobre la presencia de cualquier elemento que perturbe la tranquilidad y el orden del área. El citado mando territorial agrega que esta labor se viene realizando en todos los lugares a los cuales arriba el Ejército, con la finalidad de obtener la cooperación de las autoridades y habitantes.
La participación de corporaciones policíacas en las operaciones militares, se registró en los casos presentados en la Costa Chica de Oaxaca, donde se obtuvo información relacionada con la participación de la policía judicial de Oaxaca, durante detenciones de personas vinculadas a la BREZ, durante el mes de octubre de 1974 en los pueblos de frontera entre la Costa Chica y la Mixteca alta.