Estimados lectores luego de unos días de descanso con la familia, estamos de regreso en este su espacio, gracias por su preferencia.
No cabe duda que a Oaxaca siempre le ha ido mal con algunos gobiernos que la han encabezado.
Resulta que mensualmente el Gobierno del Estado desde la administración de Ulises Ruiz Ortiz y Gabino Cué Monteagudo, pagaron en renta de edificios, incluyendo los dos complejos administrativos, $20,000,000.00 (Veinte millones de pesos), que en 10 años representó una erogación de más de $2000, 000,000.00 (Dos mil millones de pesos).
¡Un crimen!… Para un estado con tanta pobreza como es Oaxaca.
De nada sirvió la construcción de los dos complejos como Ciudad Administrativa y Judicial, que se suponía ahí se irían prácticamente todas las oficinas de Gobierno del Estado, hicieron multimillonario a Bulmaro Rito Salinas y a su compadre Neftalí García Arango alias “El chicharrín”, quienes sangraron a Oaxaca.
Hoy que al Estado lo dejaron en bancarrota, el “Gober bailador”, Alejandro Murat Hinojosa tendrá que buscar alternativas de solución a corto plazo, para dejar de pagar tanto dinero en rentas de edificio.
Me dicen que una de las medidas que tiene en puerta la actual administración gubernamental, es construir edificios en lo que es el salón Monte Albán y el propio Teatro Álvaro Carrillo, el cual sería demolido de acuerdo al peritaje de Sinfra, para albergar a más oficinas y evitar el pago de renta mensual.
La estructura del salón Monte Albán sería trasladada a Puerto Escondido y servirá para un pequeño Centro de Convenciones que necesita el destino turístico para atraer inversionistas.
Los que pegarán el grito en el cielo serán los integrantes de la Asociación de Juchitecos Radicados en Oaxaca, porque cada año celebran la Vela Xhavizende en ese espacio, el cual nunca funcionó como Centro de Convenciones, sino más bien como un salón de fiesta más.
Ese dinero que pagan en rentas de oficinas, bien podrían invertirlo en salud, estamos de la patada, y un tema preocupante en el que deben poner atención las autoridades gubernamentales es el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, se fue a pique, dejando a decenas de niños y niñas sin el servicio.
La salud es primordial y el Gobierno del Estado tiene que buscar una alternativa de solución a esa problemática, no se puede seguir tirando el dinero de los oaxaqueños en rentas de edificios para oficinas de funcionarios y funcionarias.
Cada sexenio salen nuevos multimillonarios y Oaxaca sigue igual de fregada. Lo peor es que no hay ninguno de los peces gordos en la cárcel, salvo Germán Tenorio Vasconcelos, pero Gabino Cué, Jorge Castillo, Alberto Vargas Varela y Netzahualcóyotl Salvatierra López siguen libres.
Este último por cierto, Salvatierra López, se convirtió en el constructor más próspero del sexenio de Cué, edificó un complejo de departamentos de lujo en San Felipe del Agua, los cuales prácticamente ya casi termina de venderlos.
¿De dónde sacó tanto dinero Salvatierra?
LA PREPOTENCIA DE SANDRA PAREDES EN PRENSA DE GOBIERNO
Su nombre es Sandra Paredes, directora de Medios Digitales en la Coordinación General de Comunicación Social, chilanga para variar y también se siente “yupi”, esa clase rara que invadió las esferas de poder en Oaxaca con la llegada de la nueva administración gubernamental.
El comentario viene a colación por las múltiples quejas de los trabajadores de prensa de Gobierno del Estado, sobre la actitud déspota y el mal trato que les da la funcionaria, quien se ha dedicado a hostigar al personal, incluyendo a los de base, que no tardan en armarle un escándalo con el sindicato de burócratas.
Sandra Paredes no conoce absolutamente nada del manejo de la Dirección de Medios Digitales, tan es así que de muy mal modo pide a subordinados que hagan hasta la relación oficial con directivos de portales de internet, solo que la han mandado por un tubo, porque le han dicho que esa es precisamente su chamba, el trato directo con los medios digitales.
Bueno, hasta les grita que son unos flojos, buenos para nada y una cantidad de sandeces que ha originado que la relación con los empleados se haya crispado, porque la servidora pública no conoce la educación y menos a los periodistas de Oaxaca.
Al personal de base, el segundo de abordo de Sandra Paredes se atrevió a tronarles los dedos y gritarles: ¡se me largan de aquí!
A esos extremos ha llegado la funcionaria chilanga.
Y la gota que derramó el vaso, fue en el pasado concierto de Lila Downs, porque pese a que era una instrucción de sus superiores, Sandra Paredes ordenó que dos horas antes de iniciar el evento entregaran los boletos a medios de comunicación en Palacio de Gobierno, lo que generó molestia en muchos colegas porque fue un trato discriminatorio hacia la prensa.
Con ese tipo de servidoras públicas y al frente de un área tan sensible como es prensa, no se le augura buenos resultados a Comunicación Social, será necesario que el coordinador Alfonso Martínez Córdoba revise el tema, antes que su subordinada le siga causando una pésima imagen con los medios de comunicación en Oaxaca.
Ojalá tome cartas en el asunto.
BASURA, OMISIÓN DE FRAGUAS Y EL DÉFICIT CIUDADANO EN OAXACA
En estas fiestas de Guelaguetza 2017 vivimos de todo en Oaxaca, desde los bloqueos de organizaciones sociales y normalistas que se convirtieron en el pan nuestro de cada día, el plantón de un reducido grupo del magisterio oaxaqueño, hasta la basura que poco faltó para que se convirtiera en una grave contingencia ambiental.
Más de una semana se mantuvo cerrado el relleno sanitario de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Oaxaca, en este tiempo, aproximadamente 8 mil toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), quedaron varados en diversos puntos, de los cuales 4500 toneladas estaban regadas en la Capital oaxaqueña.
Los residuos no llegaron del cielo, por supuesto, son generados a diario por una sociedad consumista, con enorme déficit de cultura de la separación y reciclaje. El problema social que derivó en el cierre del basurero de disposición final de los residuos, es ajeno a la operación del sitio.
A partir del pasado miércoles 19 de julio se normalizaron las actividades de recolección, y el reto fue coordinar el traslado de 10 veces el volumen de lo normal, para ello, no fueron suficientes los vehículos ni la gente, y la operación de la maquinaria en el relleno estuvo a marchas forzadas.
Varias lecciones nos dejó esta situación, por un lado, una autoridad municipal capitalina a cargo de José Antonio Hernández Fraguas, quien es el responsable de la recolección, el traslado y la disposición final de los RSU de acuerdo a la ley, sin el mínimo interés de impulsar una estrategia eficiente e integral para reducir los residuos y su manejo.
Nos queda claro porque a pesar de que estaban en plena fiestas de la Guelaguetza, una expresión turística cultural importantísima, la autoridad municipal permitió la pésima imagen en avenidas y calles del centro histórico con montículos de residuos y malos olores, no hubo estrategia ante la crisis.
Casi llegábamos a una etapa de contingencia ambiental.
También quedó de manifiesto, una ciudadanía deficiente, que prefirió dejar su basura en la calle antes que separarla. Una ciudadanía que ante la ineptitud de su autoridad municipal, demostró también su poco amor a Oaxaca y escasa cultura.
Reza bien aquel dicho que dice, el pueblo tiene el gobierno que merece, y como ciudadanos de Oaxaca eso merecen de autoridad, poco o nada interesados en poner de su parte.
Hay que recordar que justo en la administración anterior del gobierno municipal de Hernández Fraguas, por esa misma omisión, derivó que los lixiviados del relleno en Zaachila, llegaran hasta la carretera federal, generando contingencia ambiental.
Por ello, el Gobierno Estatal tuvo que intervenir, tal como lo señala la Ley de Equilibrio Ecológico.
Es posible que Fraguas haya dejado a la deriva a la Ciudad de forma intencional para esperar un “rescate milagroso” del Gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
Porque de todo responsabiliza al Gobierno del Estado, no solo de la basura, también de los baches que hay en toda la ciudad, que por cierto durante el convite de las delegaciones este sábado, unas personas le recriminaron que arregle los hoyancos y Fraguas les contestó señalando al Mandatario oaxaqueño, que le hicieran la petición a Murat Hinojosa.
No le basta que la Secretaría del Medio Ambiente (Gobierno Estatal), pague la operación de su relleno sanitario cada mes, mientras el municipio de Oaxaca recibe casi $40,000,000.00 (Cuarenta millones de pesos) al año, por concepto de cuota que cobra a otros municipios por llevar sus residuos a Zaachila.
¡Qué tal!
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