– Según la Oficial de Nutrición de la Unicef México, el impacto en esta política pública se observará dentro de 10 años.
Anabel Fiorella Espinosa De Cándido, oficial de Nutrición de la UNICEF México, aseguró que el etiquetado en los productos enlatados y envasados que advierten sobre el exceso de azúcares, grasas y sodio, entre otros, si causó una disminución en la compra o sustitución en este tipo de bebidas y alimentos procesados.
Alrededor de un 80 por ciento de las madres de familia, afirmó, han modificado su conducta en relación a estos productos y ha tenido un impacto en las niñas y niños con cambios positivos en su dieta.
“Dejaron de comprar el producto o lo cambiaron por uno más saludable, o bien, lo compran en menor cantidad. Ahí están los cereales de caja, las barritas como muchos de los productos que se los daban a sus hijos, sobre todo pensando que eran más saludables, y con los sellos se dieron cuenta que no eran tan saludables”.
Ante las altas cifras de obesidad en niños, niñas y adolescentes en México y en Oaxaca, sin embargo, dijo que los resultados de esta política pública – el etiquetado en productos procesados – tendrá efectos al menos hasta dentro de 10 años. “Hay que tener un tiempo para poder hablar de impacto”, dijo.
Pero también sostuvo que falta fortalecer la política pública integral para combatir el consumo de alimentos y bebidas procesadas en el país. Oaxaca se encuentra en los primeros 10 lugares de los estados con mayores muertes por diabetes, que se han acentuado sobre todo en la población indígena y personas sin seguridad social y bajos ingresos, posicionándose, además, como la segunda entidad con mayor tasa de obesidad entre adultos y la primera en obesidad infantil.
Fiorella Espinosa mencionó que falta regular el marketing y la publicidad, no sólo en los empaques de los productos, sino también en la televisión y en el Internet para que estén armonizados con el etiquetado.
“Ya se modificó el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de publicidad, es un avance, pero hay espacios descubiertos porque hoy en día los niños pueden ir a lugares recreativos o deportivos y sigue habiendo mucha presencia de esta publicidad”.
La Oficial de Nutrición de la UNICEF México opinó que también debe regularse o prohibirse la venta de alimentos y bebidas procesadas con el etiquetado en las escuelas públicos, y enviar mensajes a la población en los que quede muy claro que estos productos no son buenos para la salud, y en consecuencia, limitarlos en los espacios al menos para la protección de los niños, niñas y adolescentes.
De igual forma, agregó, también falta una política agroalimentaria mucho más fuerte que permita que los alimentos saludables estén más disponibles y accesibles para la población, como cereales integrales y proteína de calidad, que muchas veces están fuera del presupuesto familiar.
México, dijo, se encuentra en el sexto lugar de los países con mayor obesidad infantil en el mundo. Quienes encabezan la lista son Estados Unidos, Reino Unido, Chile y Argentina.
En estos países, según Fiorella Espinosa, la industria de alimentos tiene una estrategia muy agresiva de mercadotecnia, sobre todo en países en desarrollo o con ingresos medios, que ya no está permitida en países de Europa.
Por ejemplo, mencionó el caso de Brasil. Donde la estrategia de venta y publicidad es ir casa por casa ofreciendo estos productos. “Si generan empleos, pero también a costa de la salud de niños y niñas”, dijo.