Periódico La Jornada
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ‘‘hay intentos de personas y grupos que buscan arrebatarle la candidatura presidencial’’ al tricolor, pero la 22 Asamblea Nacional ‘‘no será un traje a la medida y mucho menos la unción adelantada del candidato’’, definió José Murat.
El presidente de la Fundación Colosio, del PRI, consideró que las reglas serán iguales para los aspirantes, pero acotó que el método de elección ‘‘sin duda lo definirán los militantes’’, y los delegados a la asamblea, con su voto, decidirán si se elimina o no el requisito de 10 años de militancia para ser candidato a la Presidencia.
‘‘Ya pasaron los tiempos de los ungidos y de la nomenclatura que todo decidía’’, expuso Murat en entrevista con La Jornada.
En la mesa de estatutos de la 18 Asamblea, Murat irrumpió para asegurar que se aprobaran los candados a las candidaturas, y en la 19, para evitar que se retiraran. Expuso que, por el momento, no prevé asistir a la discusión de estatutos, en Campeche.
‘‘Ahora, buscamos romper el círculo vicioso en el que se mueven intereses que limitan y evitan la permeabilidad política del priísmo’’, afirmó.
–Como militante priísta ‘‘todo terreno’’ que se ha definido, ¿qué responde a las propuestas de que legisladores con cargos de dirección opten por uno u otro?
–Sé que en los estados se exige que quienes sean legisladores y lleguen al Comité Ejecutivo Nacional priísta pidan licencia para dedicarse de tiempo completo, las 24 horas del día, al mandato que nos dio la militancia.
Aquí no hay vacaciones. Si se presenta esa reforma votaré por ella.
‘‘También esta asamblea debe dejar claro que quien ha sido diputado o senador plurinominal, no puede ser candidato por la misma vía.
Si hay diputados pluris que quieran saltar a senadores, o viceversa, que pidan el voto en las calles. He escuchado que esa propuesta estará en la mesa de estatutos, al igual que la obligación de que la mitad de las candidaturas sea para mujeres. Votaré por eso.
‘‘La asamblea tiene que ser deliberativa. Los delegados de la Fundación (Colosio) propondrán que el Partido Revolucionario Institucional en la próxima legislatura del Congreso de la Unión presenten reformas a fondo en materia indígena, minera, del campo, cambio climático y medio ambiente.
El partido debe estar ligado a las grandes demandas nacionales. Lograr la independencia alimentaria, porque los países que han apostado a ello, así como en educación y salud, dictan actualmente las definiciones a nivel mundial.
‘‘Tenemos que dar el paso y la única forma es escuchar a las voces de provincia, donde está la sabiduría de los militantes’’, afirma.
El ex gobernador de Oaxaca insistió en que el tricolor no puede permanecer ajeno a las voces de la sociedad. ‘‘Tiene que regresar a sus orígenes, a las causas populares que nos exigen enfrentar los temas pendientes’’, agregó.
–De 2000, cuando los priístas dieron un manotazo en la mesa a Ernesto Zedillo, ¿cómo está el PRI?
–Lo dije: habíamos perdido la Presidencia, pero no podíamos perder el partido. Éste dio pasos en ese sentido y logramos rescatarlo.
‘‘Vino un proceso para refundarlo, pero las divisiones internas no permitieron la unidad.
Se habló de unidad, pero sin carácter ideológico y sin acercarnos a las necesidades sociales, era un ladrillo.
‘‘Si con Carlos Salinas el partido empezó a perder ideología, en 2006 ocurrió el desastre: caímos al tercer lugar con Roberto Madrazo como candidato. Pero tan salvamos al partido, que recuperamos la Presidencia con Enrique Peña Nieto.
En 2016, de 12 gubernaturas, perdimos siete en la dirigencia pasada, pero este año, con Enrique Ochoa Reza, ganamos dos de tres. Con esta dirección nacional, el partido se encamina a volver a ganar la Presidencia.’’
–Sin embargo, ¿el Revolucionario Institucional no enfrenta una crisis de credibilidad, por casos de corrupción como el del personaje al que ahora hay que llamar Javier ‘‘N’’?
–La corrupción hay que enfrentarla a tiempo. Por eso se le expulsó. El partido tricolor debe tener como brújula la honestidad: dejar de lado la embriaguez del poder o del dinero.
–¿Ve a un candidato presidencial priísta o ‘‘ciudadano’’? –se le pregunta
–El debate ahí está. Veo la necesidad de un partido moderno, manteniendo sus definiciones ideológicas de origen.
‘‘Los analistas se concentran en si el PRI se abrirá o se va a cerrar. Mantener o no el requisito de los 10 años dependerá de los delegados y todavía debemos decidir si hay o no coalición. Nadie debe espantarse del debate.
Qué bueno que se dé y me felicito de que éste sea un partido vivo, no es una roca sin movimiento.
Está vivo y tiene visión de futuro’’.