En la memoria de los zapotecas de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca sigue vigente el 7 de septiembre del 2017, cuando el terremoto de 8.2 grados sacudió esta ciudad probando la muerte de 37 personas en esta ciudad, la mayoría de las víctimas quedaron sepultadas debajo de los escombros de las casas que colapsaron, siendo rescatados los cuerpos horas después de lo ocurrido.
Este es hasta ahora el sismo más fuerte ocurrido en los últimos 100 años en el país, y de acuerdo al El Servicio Sismológico Nacional, ocurrió el día 7 de septiembre de 2017 a las 11 de la noche con 49 minutos y 17 segundos, y tuvo una duración de 4 minutos, de acuerdo al registro publicado por esta dependencia federal.
Continúan los trabajos para levantar algunos edificios de Oaxaca Foto: Especial
Colapsó edificio emblemático de la capital
Uno de los edificios más emblemáticos de esta ciudad que colapsó fue el palacio municipal; una tercera parte del inmueble quedó convertida en escombros, quedando atrapado en el lugar un elemento de la Policía Municipal que no logró salir a tiempo del edificio.
Su restauración ha sido lento, y hasta la fecha los trabajos no han concluido, por lo que el inmueble sigue sin ser utilizado por las autoridades municipales, ya que la obra continúa en proceso. El edificio sufrió una modificación, la parte que colapsó no ha sido reconstruida por las autoridades, por lo que el tamaño se redujo.
Varios edificios sufrieron severos daños Foto: Especial
Otro de los edificios que permanecen en proceso de reconstrucción es el templo católico de San Vicente Ferrer, donde los trabajos de restauración han tenido avances muy importantes.
Proceso de reconstrucción
Se destaca en el proceso de reconstrucción del edificio de la Casa de la Cultura de esta ciudad ha concluido y será inaugurado para su uso. Y en el tema de reconstrucción de escuelas, quedan pendientes algunas obras que por problemas administrativos quedaron inconclusos.
Foto: Especial
Han pasado 7 años que la tierra se sacudió violentamente, destruyendo las casas de tejavana, por lo que el paisaje de la ciudad ha cambiado, la mayoría de las casas reconstruidas ya cuentan con medidas de seguridad antisísmica, pero el miedo sigue presente entre los habitantes de esta ciudad.
Fuente: El Heraldo de México