Tras el anuncio gubernamental del retorno a sus comunidades de más de 200 personas desplazadas por la violencia en la región de Tierra Caliente, el Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán advirtió que todavía no existen condiciones de seguridad para el regreso de las familias.
En rueda de prensa realizada el martes, el secretario general de Gobierno, Carlos Torres Piña, informó que los habitantes que huyeron en agosto de las localidades La Colonia, El Caracol, La Luna y Garachico, municipio de Buenavista —que habían encontrado alojamiento en un albergue de Tancítaro—, ya se encontraban nuevamente en sus lugares de origen.
“El párroco, la presidenta del DIF y el alcalde de Tancítaro han señalado que alrededor de 211 personas han regresado a sus domicilios (…); las condiciones han mejorado y están permitiendo que las familias retornen a estos lugares”, aseveró el funcionario.
Sin embargo, un consejero del Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán señaló en entrevista con Proceso que “la práctica recurrente de propiciar el retorno de las poblaciones desplazadas obedece a una lógica de los gobiernos en su ánimo de minimizar la gravedad y colocar en el discurso político una subestimación de los riesgos y de la seriedad del desplazamiento forzado”.
En este caso, añadió, “no se han construido las condiciones de seguridad plena ni las soluciones duraderas que garanticen un retorno seguro; con esto me refiero a la aprehensión de los sujetos generadores de violencia y a un conjunto de acciones de gobierno depurando y profesionalizando a las policías municipales, entre otras cosas; mientras no se haga esto seguirán ocurriendo nuevos eventos de desplazamiento”.
Además, a juicio del representante del Observatorio, “otro factor no atendido es la contaminación por armamento que resulta de las prácticas de confrontación criminal, particularmente campos minados no identificados ni desactivados o explosivos lanzados por dron que no han detonado; eso es un factor más que mantiene a las zonas emisoras como de alto riesgo; ya han ocurrido víctimas civiles y en mayor número de efectivos castrenses o policíacos”.
El entrevistado estimó que otra de las cuestiones que pudo haber provocado este “retorno acelerado” es “la predisposición de las personas para poder recuperar lo que puedan de su patrimonio y mantenerse al tanto de su resguardo. Lo vimos aquí en Apatzingán en junio del año pasado, cuando varios jefes de familia, hombres y mujeres, durante el día regresaban a sus propiedades a riesgo de su propia seguridad precisamente a revisar sus pertenencias, recuperar lo que no había sido saqueado y sobre todo dar mantenimiento a sus animales de corral cuando los tienen, algo que es frecuente en las comunidades rurales. También eso puede haber pasado ahora en el caso de Buenavista y Tancítaro”.
Explicó que un efecto que puede derivarse de este “retorno no seguro es que genera eventos posteriores de desplazamiento por goteo; así le llamamos cuando son desplazamientos de menos de veinte personas o menos de cinco familias, criterio básico que define a un desplazamiento masivo. Los desplazamientos por goteo por lo tanto son silenciosos, más difíciles de documentar y por lo tanto más difíciles de darles seguimiento y la atención adecuada”.
Por su parte, el secretario de Gobierno comentó que en la región Costa continúan desplazados por la violencia 242 habitantes de la comunidad de Coire, municipio de Aquila, quienes se refugiaron en Coahuayana y la Placita.
Torres Piña dijo que el domingo anterior se realizó una reunión donde estuvo él, así como el secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, así como personal de las secretarías de Turismo y de Educación, en la que revisaron la situación en la que se encuentran las personas desplazadas.
Fuente: Proceso