La astronauta análoga oaxaqueña, Mónica Ortiz Álvarez, afirmó que México debe invertir en investigación espacial no sólo por la generación de conocimiento, sino también como una estrategia para impulsar la economía del país.
Está comprobado, dijo, que por cada dólar que se invierte en el espacio o en investigación espacial genera al menos 20 dólares de ganancia y lo cual, es una derrama económica importante.
Aunque en el país existe la Agencia Aeroespacial Mexicana, el presupuesto anual que recibe es muy poco y lo que produce en conocimiento es poco o casi nulo.
“No produce realmente nada, es muy poco su presupuesto. Bueno, pues realmente yo tengo buena relación con la agencia, la verdad la agencia apoya este proyecto incluso, pero pues realmente el presupuesto que la agencia tiene pues si es corto eso no es, es una realidad no es mentira es corto”.
Como científicos en el área espacial, mencionó, lo que se busca es la creación de leyes que apoyen a este sector, así como reformas educativas a la legislación de México que estén basadas en la ciencia y la tecnología, pero que también incluyan el espacio.
Actualmente hay una iniciativa de reforma a la Constitución Política del país en la Cámara de Diputados Federal con la que se busca que sea prioritario la investigación espacial; pero, dijo que sigue sin discutirse o aprobarse por los legisladores federales.
“Ayuda a la economía pues trae trabajos. Obviamente, si hay industrias aeroespaciales por ende también, tenemos más empleos. Además, porque si nosotros creamos prototipos que puedan utilizarse, los podemos patentar y entonces ya no ser consumidores sino ser proveedores de tecnología”.
Mónica Ortiz es la primera astronauta análoga del estado de Oaxaca y es comandante de la primera misión latinoamericana de investigación análoga de Marte. Estudió astrobiología y Derecho y Ciencias Sociales.
La astrobiología, dijo, es un área de las ciencias planetarias que estudia el desarrollo y la evolución de la vida o la posible habitabilidad en el universo. Estos estudios, relató, provocaron un “efecto dominó” en ella porque empieza a participar en diversos programas y se certifica como educadora espacial de NASA en 2021.
“Entonces a partir de ahí se abrieron más oportunidades. Tuve que tomar muchas clases de robótica de Medicina aeroespacial de todo lo posible para poder ser realmente elegida como astronauta análoga en este caso como comandante”.
Explicó que un astronauta análogo es un astronauta en tierra, y se dedica a probar todas las tecnologías, simulaciones y la comida que llevan los astronautas al espacio.