Ante la falta de respuestas de autoridades estatales, cientos de ciudadanos imploran entre lágrimas la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum para rescatar el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”, el más grande de Oaxaca, adonde son referidos todos los pacientes que no tienen ningún tipo de derechohabiencia y que hoy se encuentra, de acuerdo con usuarios y personal, en la peor crisis de sus 60 años de historia.
No hay medicinas ni insumos, en una condición que se ha agudizado desde fines de 2024, lo que mantiene paralizados múltiples procesos quirúrgicos de los que depende la vida de pacientes de escasos recursos.
Tanto trabajadores como pacientes y sus familias dicen ya no confiar en el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, principalmente porque esta semana el mandatario y sus funcionarios afirmaron públicamente que el nosocomio operaba con normalidad, cuando la crisis por falta de insumos y medicinas, sostuvieron, llevaba semanas fuera de control.
Entre lágrimas familiares de pacientes piden ayuda
Desde comienzos de diciembre pasado, Joel Ruiz cuida de su madre, quien sufrió una fractura de columna tras haberse caído en calles de su pueblo natal, Santiago Lapaguía, Ozolotepec, en la Sierra Sur. En casi dos meses, la mamá de Joel no ha podido ser intervenida porque el nosocomio carece del material que necesitan los médicos.
“(Mi madre) tiene una fractura de la columna… y pues llevamos un mes y medio así… está difícil la situación con base en el material”, dice entre lágrimas.
Además, Joel paga todos los medicamentos que le prescriben y que ya han rebasado los 10 mil pesos.
“Siempre cuando necesita uno medicina tenemos que comprarlo…
“Porque los médicos sí están al pendiente, este.. no más que falta de material, no hay material para las operaciones… no, hasta el momento no tenemos una fecha (para la cirugía), no tenemos nada”, lamenta el hombre, entrevistado durante un recorrido hecho por las instalaciones por este medio de comunicación.
Joven pudo operarse porque ciudadanos de su pueblo cooperaron para insumos
El hijo de Azucena Coronel sufrió un accidente en moto el pasado 16 de diciembre. El joven estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) hasta el dos de enero.
El hombre continúa grave, pero logró salir de UCI gracias a que fue operado… Aunque tampoco había insumos, el pueblo de San Nicolás Quialana, de donde son originarios, se organizó para recabar 40 mil pesos para comprar lo necesario.
“La verdad estamos insuficientes de medicamentos y tenemos muchas familias casi al borde de la muerte; día a día llegan muchísimos enfermos, muchísimos accidentados”, condena Azucena, también entre lágrimas.
A pesar de la ayuda recibida, Azucena ahora debe gastar entre 6 mil y 7 mil pesos diarios para adquirir las inyecciones que requiere su hijo y que tampoco hay.
“Hay familias como yo de bajos recursos que nos venimos nada más con nuestro familiar pensando que nos van a apoyar; cierto, no los dejan morir pero nosotros tenemos que movernos con la familia: estamos hablando, hablando… ‘ayúdennos porque no hay medicamento, no hay material’”.
“Nos está dejando morir”, reitera la mujer. “Oímos en las noticias que están abastecidos los hospitales y es mentira”.
7 mil pesos diarios en inyecciones
Agrega: “Día a día tengo que ir a traer seis inyecciones. La verdad es mucho. Ahorita ya no sé ni dónde meter la cabeza porque andamos jalando y estirando con familia, con personas que nos están apoyando porque nosotros somos de muy bajos de recursos”.
“La verdad del gobierno no sé qué es lo que piensa, que nos está dejando morir. Supuestamente íbamos a estar bien, él siempre dice que los hospitales están bien abastecidos pero la realidad no es cierto es mentira.
“Desgraciadamente tenemos que comprar desde rollo de papel, sanitas, toallitas, todo el material qué nos piden porque no lo hay”, asevera.
Desde el 29 de septiembre, María Berenice Padilla permanece junto a su esposo, Maximino, quien llegó al ser víctima de dengue y de una enfermedad en los intestinos. Su familia ha gastado 180 mil pesos en cuatro cirugías y tratamientos.
Luego de las intervenciones, Maximino requiere de medicamentos y nutrición vía intravenosa, cuyo costo ha llevado a María Berenice y sus familiares a colapsar económicamente.
“Él no come; entonces, se le está dando una nutrición parenteral que acá no la tienen y las estamos costeando nosotros. Prácticamente vamos juntando casi 40 nutriciones y nos comenzaron a acostar 3 mil 800 pesos cada una diaria; después, empezaron a costar 2 mil 700 diarios.
“Después tuvo un sangrado. Estamos comprando un medicamento… para el sangrado, ese nos cuesta 700 pesos diarios, más vitamina K, Paracetamol (y) Omeprazol. Loperamida que es lo más barato también lo estamos comprando porque aquí desgraciadamente no hay recursos para que nos den esos medicamentos”, narra la ciudadana.
María dejó de comprar medicación para su esposo: “Tenía yo que tener 5 mil pesos. ¿De dónde?”
Continúa: “Ahorita yo le dejé de comprar esa medicación a mi esposo por qué porque recursos ya no tenemos. Diario tenía yo que tener 5 mil pesos. ¿De dónde?
“No hay pañales, no hay sábanas… a él le drena mucho su herida y así está mojado todo el día, porque no hay…”.
El personal –médicos, médicas, enfermeras y enfermeros–, reitera que ha continuado dando atención llevando a cabo múltiples improvisaciones.
En algunos casos, los profesionistas juntan dinero para ayudar a los pacientes que pueden y en otros, como Tococirugía, pegan con cinta adhesiva el equipo destartalado.
Suspenden cirugías programadas
En el área de Quirófano las cirugías programadas permanecían suspendidas hasta la noche del miércoles por falta de anestesia, pero los trabajadores mantenían una leve reserva para urgencias.
“Sí ha tenido carencias (el Hospital), sí hemos tenido, pero realmente a este grado no… tanto que pues ahorita no tenemos medicamento para dar la anestesia. Eso sí realmente, no habíamos llegado a este punto”, detalla la enfermera Isabel Vásquez, adscrita al Quirófano.
La profesionista indicó que el 7 de enero el área suspendió las cirugías programadas por falta de anestesia, y se reservó la última cantidad que quedaba de aquel elemento para atender emergencias.
“Urgencias verdaderas sí entrarían como el día de ayer, (cuando) sí tuvimos unas urgencias… ahora sí que (se atenderá) hasta agotarse la última gota que quede de medicamentos y ya después no sé qué pasaría.
“Tanto el personal médico, paramédico, de enfermería, siempre nosotros buscamos la manera de darle la atención al paciente… hace rato, por ejemplo, pasaron a ver la salas, cómo están unas salas con las máquinas de anestesia enrolladas con tela adhesiva; es una manera de la que nosotros podemos ahora sí que hacer maravillas para que el paciente no se quede sin atención, que no es una atención adecuada como debería de ser pero nosotros tratamos de que así sea”, resaltó Vásquez, que tiene una experiencia de más de 30 años como profesionista de la salud.
“Entran más o menos de 5 hasta 6 (o) 7 pacientes en el turno de la tarde; a veces, hasta ocho cirugías en el turno de la tarde. Hoy (la tarde noche del 8 de enero) pues no se tienen cirugías. Ayer (el siete de enero) en la tarde se metieron tres cirugías.
“La verdad nos preguntamos hasta cuándo nos van a escuchar, hasta cuándo van a voltear a ver al hospital, que en realidad es un hospital de gran dimensión que cobija a una gran población si no es que a la mayoría de población del estado… de verdad, ojalá que las autoridades correspondientes volteen a ver y nos de una solución que es muy necesaria para la población para nuestra gente que es la que está sufriendo”.
Tococirugía también en crisis
Tococirugía fue remodelada hace 6 años, pero las camas ya reportan diversos daños, el piso se está despegando y todas las llaves registran fugas de agua. Una de ellas no ha sido reparada desde hace 2 años.
“Tenemos una lámpara en la sala de labor que se ha reportado desde hace como unos cuatro o cinco años y siempre dicen que no tienen la lámpara…se reporta pero argumentan que no hay”, indica Graciela Vásquez, una de las especialistas del área.
Al igual que en Quirófano, el material y las medicinas también escasean: “Los de hemorragias obstétricas prácticamente no tenemos, lo que es Carbetocina, Hemoglobina, que son los medicamentos que se utilizan específicamente para las hemorragias eso no tenemos se puede decir que estamos en ceros sobre medicamentos”, lamenta.
La falta de medicinas e insumos ha ocasionado algunas confrontaciones entre pacientes y personal, pues los ciudadanos arriban al nosocomio pensando que éste cuenta con todos los recursos para funcionar a raíz de la publicidad y de los mensajes que emiten las autoridades en torno a qué todo fluye correctamente.
“Él (Salomón Jara) va a decir lo que le conviene, pero aquí lo ideal y los que van a dar la respuesta real son los pacientes, los familiares de los pacientes que saben que no hay: ‘Vayan a comprar esto porque su paciente lo necesita el hospital no lo tiene’.
“No se dejen engañar por las campañas que realizan”
“Nosotros nos enfrentamos directamente con los familiares de los pacientes y es ahí donde no debería de ser. Nosotros deberíamos tener todo lo que necesitamos para poder dar la atención”, agrega Vásquez.
El hospital también reportaba falta de abasto de gasolina para hacer traslados y el retiro por falta de pago y los dos refrigeradores donde se depositan los cuerpos de las personas que fallecen no funcionan.
“A los ciudadanos (les decimos) que despierten a la realidad, que no se dejen engañar por las campañas que realizan sino que vean la realidad de lo que estamos viviendo y a lo que estamos enfrentándonos”.
En el área de cocina, en los turnos vespertino y nocturno no disponen de vapor para los instrumentos en los que se deberían preparar las comidas para los pacientes. Ante ello, las y los trabajadores saturan el uso de estufones.
El Hospital Civil de la ciudad de Oaxaca fue fundado en 1965. Este año, en mayo próximo, cumplirá 60 años.
Hasta mediados de 2024, la administración del hospital estuvo a cargo del Gobierno de Oaxaca, pero de acuerdo con la denuncia de la Subsección 07 del sindicato de salud, la actual administración nunca resolvió los problemas del nosocomio.
A partir de la última mitad del año pasado, el IMSS Bienestar y la autoridad estatal supuestamente se coordinarían durante el proceso de transición al nuevo régimen de salud, pero tampoco ha habido respuestas.
Ante ello, usuarios y personal demandaron la intervención de manera directa de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.