Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2025, miles de mexicanos han sido deportados en un proceso acelerado que está dejando a muchas familias en la incertidumbre. Tan solo entre el 20 y el 26 de enero de este año, más de 5,000 personas fueron repatriadas a México, muchas de ellas sin recursos ni un plan de reinserción. Ante esta crisis, el Comité Estatal del PRI en Oaxaca ha propuesto la creación de la figura del Ombudsman Inmigrante, con el objetivo de garantizar apoyo real y efectivo a los connacionales que regresan.
En entrevista, la presidenta del comité estatal expresó su preocupación no solo como dirigente política, sino también como madre de familia. “Me duele pensar en el miedo y la incertidumbre que sienten estas familias. Imagínese regresar después de años y encontrarse con un país que no está listo para recibirte. Me preocupa que los niños y jóvenes migrantes enfrenten dificultades para acceder a la educación, que los padres no puedan encontrar empleo y que muchas familias terminen en condiciones de vulnerabilidad”, comentó.
La iniciativa del Ombudsman Inmigrante busca ser un puente de apoyo para quienes han sido forzados a volver a México. “Esta figura velará por sus derechos y facilitará su acceso a empleo, salud, educación y vivienda. Además, trabajará en coordinación con distintas instituciones para que la reinserción de estas familias sea digna y segura”, explicó la dirigente priista.
Sin embargo, la realidad es que México no está preparado para recibir a tantos migrantes de regreso. “Eso es precisamente lo preocupante”, señaló la presidenta del PRI en Oaxaca. “El gobierno debe actuar con urgencia y responsabilidad. No podemos permitir que estas personas sean olvidadas o dejadas a su suerte. México debe recibirlos con oportunidades, no con puertas cerradas”.
Ante esta crisis, la presidenta envió un mensaje de aliento y compromiso a las familias afectadas: “No están solos. Como madres, sabemos que la familia es lo más importante, y como partido, estamos comprometidos a apoyarlos. Vamos a luchar para que cada persona que regrese encuentre oportunidades y un futuro en su propio país. Es momento de unirnos y construir juntos un México más justo y solidario”.
El reto es enorme, pero la urgencia de actuar es aún mayor. Mientras las cifras de deportaciones siguen en aumento, la pregunta sigue en el aire: ¿está México listo para recibir a sus hijos de vuelta?