EE.UU. – El pasado 4 de marzo, los aranceles del 25% a bienes de México y Canadá entraron en vigor, amenazando con desbaratar las cadenas de suministro automotriz en Norteamérica, pero el sector automotor logró un respiro temporal. Tras una llamada el martes con los CEOs de Ford, General Motors y Stellantis, y presión de la Alliance for Automotive Innovation, el presidente Trump accedió a exentar a los vehículos que cumplan con el T-MEC por 30 días, según informó la Casa Blanca. La medida busca dar tiempo a las negociaciones con ambos países sobre migración y tráfico de fentanilo, mientras las automotrices ajustan estrategias.
La Casa Blanca confirma que se retrasa un mes los aranceles al sector automotriz de México y Canadá por el T-MEC.pic.twitter.com/kqHQC8SQYT
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) March 5, 2025
La industria automotriz, que depende de piezas y vehículos que cruzan fronteras múltiples veces, había advertido que los aranceles sumarían entre 4,000 y 12,200 dólares al costo de autos, según Anderson Economic Group. Ford, GM y Stellantis, que producen millones de unidades en México y Canadá para el mercado estadounidense, temían perder competitividad frente a rivales asiáticos como Toyota y Hyundai, no afectados por estas tarifas. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que la excepción podría incluir otras categorías, pero Trump insiste en que los aranceles son ‘hermosos’ para forzar inversión en EU.
La decisión llega tras una ola de críticas y caídas en Wall Street, con el Nasdaq perdiendo 9% desde febrero por la incertidumbre comercial. Canadá, que envía el 75% de sus exportaciones a EU, y México, con 2.5 millones de autos exportados en 2024, amenazaron con represalias, mientras la UAW y analistas como Jim Farley de Ford alertaron sobre una ‘catástrofe’ para empleos y precios. La prórroga al 2 de abril da un mes para buscar soluciones, pero la falta de claridad mantiene en vilo a fabricantes y consumidores.
En redes sociales, la reacción es mixta: algunos celebran el alivio temporal, pero otros critican la política de Trump como un impuesto encubierto que golpeará a los estadounidenses. Mientras, las automotrices evalúan stockpiling de partes o ajustes en producción, aunque Mary Barra de GM descartó grandes inversiones sin certeza a largo plazo.