En un operativo conjunto entre la Fiscalía General del Estado de Jalisco (FGE) y el colectivo Guerreros Buscadores, se localizó un predio en La Estanzuela, municipio de Teuchitlán, a una hora de Guadalajara, que funcionaba como campo de exterminio. Albergaba tres hornos clandestinos con restos óseos calcinados, 400 pares de zapatos, maletas y ropa, además de un altar a la Santa Muerte.
El colectivo estima que al menos 200 personas fueron ejecutadas e incineradas allí, en un terreno de 50×100 metros que operó como centro de adiestramiento hasta hace seis meses.
También se encontraron 96 casquillos, tres cargadores, aros aprehensores y una carta de Eduardo Lerma Nito, desaparecido en Lagos de Moreno en febrero de 2024, sugiriendo un vínculo con casos de desaparición recientes.
El rancho, descrito como un centro de confinamiento y exterminio, operaba con campos de entrenamiento físico (llantas y troncos), según la Fiscalía.
El fiscal General de Jalisco, Salvador González de los Santos, informó que este predio ya se había intervenido el 18 de septiembre de 2024. En esa fecha se desmanteló un campo de adiestramiento en el lugar.
Actualmente, el sitio permanece resguardado por la Policía Municipal, la Fiscalía Estatal de Jalisco y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, mientras continúan las investigaciones.