Autoridades estatales de Oaxaca son las responsables de incidir en la determinación de diversos municipios tanto de los Valles Centrales de Oaxaca como del interior del estado de provocar incendios en tiraderos de basura a cielo abierto, acusó esta mañana el activista Nasario García Ramírez.
El fundador del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), sostuvo que muestra de lo anterior son los incendios desencadenados durante los últimos meses en los tiraderos de Santa María Atzompa, Santa María Tonameca, Salina Cruz, Río Grande, Huitzo y Bajos de Chila, que alarmaron a la población y que tardaron varios días en controlarse.
La intención de esa política, promovida según el activista desde el Organismo Operador de Residuos Sólidos, que encabeza Pedro Garrido, es disminuir el volumen de los desechos sólidos y permitir que sigan ingresando más desechos; sin embargo, advirtió que además del “gran daño” al medio ambiente que esto ha provocado también deja a la población en riesgo de vivir una tragedia, en caso de que algunos de esos incendios se salgan de control y afecte zonas habitadas.
García Ramírez estimó que en Oaxaca existen más de 2 mil 500 tiraderos de basura a cielo abierto.
“(Lo hacen) de manera discrecional, pues inducen a los municipios a que quemen su basura, pero lo que sucedió en Atzompa nada más es la punta del iceberg porque hay tiraderos a cielo abierto más grandes que el de Atzompa: en Salina Cruz, como en Tonameca, en otras partes de la Costa que les han prendido fuego…
“El de Río Grande que estuvo por muchos meses ardiendo…nada más el de Huitzo, que ahí su costumbre es quemar la basura, y las autoridades lo saben y también lo saben que tienen que aplicar la ley, pero vas con algún presidente municipal (y) te quejas y te dicen que no, que no les hacen nada porque Pedro Garrido es su amigo.
“Se queman los residuos sólidos para disminuir el volumen, la cantidad, y ellos puedan seguir operando de esa manera ilegal, irregular. Es criminal porque están atentando contra la vida de todos en el planeta”, abundó.
Como ejemplo del riesgo que corre la población de los distintos asentamientos de Oaxaca, señaló que el tiradero a cielo abierto de Tlacolula de Matamoros permanece a aproximadamente 200 metros del fraccionamiento Yagul, un lugar con más de 5 mil viviendas, que podría resultar afectado en caso de que ocurra una contingencia.
“(La unidad habitacional) está prácticamente pegada a este basurero; imagínense que también por instrucciones de Pedro Garrido le prendan fuego a éste, pues va a ser una catástrofe ahí, y la vamos a lamentar”.
Agregó que las autoridades federales no intervienen para regular la política implementada por el estado y los municipios porque sus estructuras son infuncionales, además de que los servidores públicos que las encabezan son omisos y algunas veces tienen vínculos con la propia autoridad estatal.
“Sí nos parece aberrante y además inmoral que las autoridades hasta el día de hoy no apliquen la ley. Existe un andamiaje legal para sancionar, para evitar que los presidentes municipales y las ciudades grandes tengan este problema de la basura; están obligados constitucionalmente a hacer un buen manejo de su residuos sólidos y sus aguas negras, pero como todo esto se regula a través de chantajes políticos pues no lo hacen (y) trasgreden la ley.
“Lo que es la Semarnat, la Conagua y la Profepa en Oaxaca, lo he dicho y lo voy a seguir diciendo siempre, son puras macetas, son plantas ornamentales que no hacen nada por Oaxaca”, subrayó