El Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” condenó que en Oaxaca se vive una situación grave de violencia contra la mujer y feminicidios, pero, a la vez, denunció que las autoridades estatales y federales no están catalogando de manera correcta los delitos, al reportar de manera oficial casos de feminicidio como homicidio, lo que impide visibilizar y magnificar el problema de violencia de género que atraviesa el estado.
Luego del asesinato de la joven de 19 años Hanna Alí, en el municipio de Huajuapan de León, en la región de la Mixteca, la presidenta de Ges-Mujer, Rosario Martínez Miguel, exigió a las autoridades cumplir con la normativa y la sentencia judiciales que fueron emitidas incluso por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y comenzar a investigar cualquier muerte de mujeres bajo el protocolo de feminicidio.
Autoridades, cifras dispares
En ese sentido, Martínez indicó que Oaxaca está viviendo un momento de gravedad en feminicidio y violencia contra las mujeres, pues, de acuerdo con la organización que encabeza, únicamente durante el gobierno de Salomón Jara, en el estado han sido asesinadas 224 mujeres; de ellas, 24 fueron ultimadas entre el primero de enero y el 25 de abril de 2025.
Mientras tanto, hoy, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) informó que en Oaxaca entre los meses de enero y marzo únicamente existe la contabilidad de tres carpetas de investigación abiertas por feminicidio, mientras que otras 18 fueron abiertas por el delito de homicidio doloso.
Con ello, para las autoridades federales, que emiten tal publicación a través de datos entregados por el gobierno del estado, Oaxaca es uno de los estados menos peligrosos para las mujeres.
“Lo que nosotros hemos sabido es que el tema de las muertes de las mujeres lo están catalogando como homicidio y no como feminicidio”, reiteró la activista.
Asimismo, indicó que además de la resolución de la Corte sobre el deber de las autoridades de investigar cualquier muerte violenta de mujeres como feminicidio, en 2012 cuando se tipificó este delito de alto impacto también se estableció que cualquier evento donde una mujer perdiera la vida de manera violenta debería comenzar a ser investigado bajo ese protocolo.
La falta de carpetas de investigación y reportes oficiales que reflejen la realidad que vive Oaxaca se traducen en la perpetuidad de la violencia, pues los agresores reciben de manera fáctica una licencia para seguir atacando a ciudadanas, lamentó.
“No habría que tenerle miedo a catalogar esta problemática porque el feminicidio es grave, está representando la forma más extrema de violencia de género, donde las mujeres son asesinadas por ser mujeres
“Este tipo de crimen no sólo priva de la vida de las mujeres sino también está perpetuando una clara cultura de desigualdad, discriminación y opresión hacia las mujeres y tiene un alto impacto devastador en las familias, en las comunidades, en la sociedad, lo que está dejando muchas heridas emocionales y sociales muy profundas”, subrayó.
Rosario Martínez consideró que a las actuales autoridades estatales les falta actuar con perspectiva de género y ello está provocando que las instituciones pierdan credibilidad.
“Es sabido que estamos bajo un sistema patriarcal y las instituciones no están alejadas, están operando bajo este sistema patriarcal, donde no están poniendo el enfoque de género que corresponde a la investigación de estos casos, pero sí es importante resaltar que la falta de información oficial por parte de las autoridades lo que está haciendo es reforzar la percepción de la negligencia institucional, que se está perpetuando en contra de las mujeres y es una forma de que las instituciones pierdan la credibilidad”, resaltó.
“El hecho de que un agresor está viendo que al asesinar a una mujer no pasa nada por supuesto que no les resulta ninguna preocupación en prevenir ese tema.
“Recordemos que esta violencia de género es estructural y si la siguen perpetuando jamás vamos a llegar a una erradicación; al contrario, esto puede ir incrementando porque cada feminicidio que va quedando impune refuerza esa percepción de que la vida de las mujeres tiene menos valor y sigue perpetuándose ese ciclo de la violencia”.
Como muestra de que la violencia es estructural, Martínez Miguel cuestionó el número de mujeres que en la actualidad han acudido a alguna institución en busca de ayuda por sufrir violencia de género y no han sido atendidas, lo cual podría derivar en una violencia extrema en su contra.
“Van y tocan las puertas de las autoridades y no son atendidas porque no se les está dando la importancia que requiere esta problemática”.
En el tema específico del asesinato de la joven de 19 años Hanna Alí, señaló que el caso evidencia una doble vulnerabilidad y las cuales padecen las mujeres de Oaxaca.
“Me gustaría señalar es que en el caso de la joven Hanna que está tan reciente, hay que tener en cuenta que hay una doble vulnerabilidad, que muestra está doble vulnerabilidad que están enfrentando las mujeres en Oaxaca: una, por su condición de género, por ser mujer, y por su rol en espacios de toma de decisión (la joven eran integrante del Cabildo Juvenil), donde el acceso a la participación de las mujeres en la vida pública todavía está limitada. Aquí hay un doble mensaje en este caso. No hay que perderlo de vista”, resaltó.
Finalmente, reiteró su mensaje para las autoridades estatales sobre cumplir con la normativa federal y tipificar como feminicidio toda muerte violenta de mujeres: “Mira este sistema patriarcal en el que venimos creciendo toda la sociedad oaxaqueña lo van reforzando las instituciones públicas, por eso hemos llegado a este nivel de violencia en contra de las mujeres… por eso las cifras de feminicidio están tan elevadas y por esos las cifras son distintas con las que hacemos nosotras…
“No tienen este enfoque de género, esta visión transformadora de la sociedad, donde realmente podamos convivir hombres y mujeres en una libre vida libre de violencia y basada en respetos.
“Yo le haría un llamado para exigir que cada feminicidio sea investigado de manera efectiva con los protocolos especializados, que incluyan la perspectiva de género, que se evite la impunidad, que se garantice la justicia de las víctimas y de las familias.
“Que le pongan más fuerza a las campañas educativas de sensibilización sobre la violencia de género en las escuelas, que se tomen en serio esta problemática porque solamente de esa manera vamos a poder abonar a erradicar esta problemática… digo abonar porque está tan fuerte que para erradicarla todavía falta mucho trabajo por hacer algo, pero sí podemos empezar a hacer algo”, subrayó.