En México el sector de medios de comunicación crece casi cuatro veces más que la economía nacional, es decir, un 8.6 por ciento anual contra un 2.5 por ciento, respectivamente, no obstante, existe una gran disparidad entre una industria que avanza a gran ritmo y las precarias condiciones laborales de quienes se emplean en ella, pues los salarios de los periodistas se han depreciado alrededor de un 35 por ciento en los últimos cuatro años, ganando un promedio de 4 mil 560 pesos mensuales. Así lo dio a conocer Salvador Faustro, responsable de Monitoreo de la Propiedad de los Medios (MOM, por sus siglas en inglés).
“Hace cuatro años el salario promedio de los periodistas era de alrededor de 7 mil pesos; para este año es de entre 4 y 5 mil pesos, los salarios de los periodistas han caído, creemos que parte de la violencia en contra de la prensa tiene que ver con la responsabilidad de las empresas ( ) la vulnerabilidad en la que estamos los periodistas tiene mucho que ver con que no hay seguridad y que la tasa de impunidad sobre los asesinatos es de 99 por ciento y las empresas no los protegen y no salen a dar la cara por sus periodistas”, detalló el periodista en conferencia de prensa.
Durante el mes de marzo la plataforma de recursos humanos Indeed estimó que el salario promedio de un reportero mexicano es de 4 mil 560 pesos mensuales. De acuerdo con el reporte “Dueños ricos, reporteros pobres”, la brecha entre lo que perciben los millonarios dueños de los medios y la mayoría de reporteros que dan forma a los medios es abismal: “los primeros, millonarios y sentados a la derecha del poder; los segundos, pobres y luchando mejores condiciones de seguridad para no ser las siguientes víctimas letales”, destaca.
La investigación “¿Quién Mueve los Hilos de los Medios?”, elaborada por Reporteros Sin Fronteras y el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), destaca que al analizar los 42 medios, “una constante es que la mayoría de sus dueños son descritos como ‘billonarios’, ‘magnates’, ‘poderosos’, ‘influyentes’. Los montos reales de sus fortunas están muchas veces escondidas al público, esquivas entre paraísos fiscales y fideicomisos opacos. Sin embargo, los nombres de estos magnates suelen aparecer en las revistas de negocios que siguen las historias de los mexicanos más ricos”, destaca.
“En la lista de las 16 mujeres y hombres más acaudaladas de México que anualmente hace la revista Forbes aparecen tres propietarios o socios de los medios de comunicación más influyentes del país: Carlos Slim Helú (América Móvil), Ricardo Salinas Pliego (Grupo Salinas) y Emilio Azcárraga Jean (Grupo Televisa)”, refiere el documento.
La investigación revela que entre los casos más extremos, un reportero de El Sol de Tlaxcala, propiedad de Organización Editorial Mexicana (OEM), uno de los grupos mediáticos más importantes y analizado en el estudio, dijo ganar 5 mil pesos mensuales. Otro reportero, radicado en Tamaulipas, uno de los estados más violentos del país, aseguró que su pago promedio es de 500 pesos, por cada nota que envía a dos de los portales digitales más influyentes del país y analizados por este equipo.
“Con esos salarios, la mayoría de los periodistas trabajan en condiciones precarias e inseguras: en muchas ocasiones deben hacer sus investigaciones usando transporte público en zonas peligrosas, sin un seguro de gastos médicos o de vida, sin capacitación en coberturas seguras ni equipo adecuado teléfonos con geolocalizador, cámaras de fotografía para su trabajo”, advierte.
En los casos más extremos, los reporteros mexicanos con salarios precarios deben buscar un segundo trabajo o ingreso para completar el gasto familiar, desde trabajar como chofer de un taxi hasta hacer labores de vigilancia para los cárteles de la droga, lo cual aumenta su riesgo de convertirse en víctimas.
“Otro asunto importantísimo es la vulnerabilidad de los periodistas, por un lado tenemos propietarios millonarios y periodistas pobres. ( ) Este es un análisis de la vulnerabilidad de los periodistas en México, se revisan las condiciones salariales de la prensa y los datos generales sobre la cantidad de periodistas que han sido asesinados”, explicó Salvador Fraustro.
AGRESIONES EN AUMENTO
Durante el 2017 en México fueron asesinados 11 reporteros, esta cifra ubicó al país como el más letal sin tener una guerra formal. Además, de acuerdo con un reporte publicado por Artículo 19, un año antes, en 2016, casi el 50 por ciento de las agresiones a representantes de medios de comunicación provienen de servidores públicos, principalmente miembros del Ejército y policías federales.
“Las últimas cifras por parte de organismos defensores de periodistas indican que en México un comunicador es agredido cada 26 horas. Como consecuencia, varias universidades en estados clave para la democracia del país, como la Universidad Popular Autónoma de Puebla y la Universidad de Morelia, han cerrado las carreras de periodismo ante la baja afluencia de inscripciones, motivada por los bajos salarios y el alto riesgo de informar en México”, destaca.
11 FAMILIAS CONTROLAN LOS MEDIOS
Son 11 los grupos empresariales, la mayoría de ellos integrados por familias, que poseen la mayoría de los medios de comunicación más influyentes de este país, el primero está encabezado por la familia Azcárraga y es el Grupo Televisa, le sigue la familia Vázquez Raña con el Grupo Empresarial Ángeles y en tercer lugar está la familia Salinas Pliego con Grupo Salinas.
De acuerdo con el estudio “¿Quién Mueve los Hilos de los Medios?”, la familia que le sigue está encabezada por Carlos Slim Helú con Grupo América Móvil, Ealy con Grupo El Universal y Vargas Gómez con en Grupo MVS, entre otros, los cuales concentran el mayor porcentaje de audiencia y son los que acaparan la mayor parte de la publicidad oficial, por lo que ofrecen una cobertura homogénea de la vida política y económica del país, generalmente en línea con el gobierno, detalla el estudio.
Sobre la diversidad de la información Salvador Faustro, responsable de la investigación, detalló que “cuando se revisan las portadas de los diarios la mayoría trae la misma información, el mismo enfoque, a veces cabezas idénticas, son pocos los casos de los medios que difieren, a esto le llamamos el cártel del contenido o por qué todos aman al PRI”, explicó en conferencia de prensa.
El proyecto Media Ownership Monitor (MOM), realizado por Reporteros Sin Fronteras y el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos A.C.), detalla que la falta de datos del mercado, la opacidad en la medición de las audiencias, el efecto corruptor de la publicidad oficial y el insuficiente marco regulatorio son factores clave que aumentan el alto nivel de la concentración de medios en manos de unos cuantos propietarios y éstos a su vez están intrínsecamente vinculados con el poder.
La investigación refiere que el 78 por ciento de los medios analizados pertenecen a grupos empresariales más amplios, que tienen intereses en sectores vinculados al gobierno federal -del que dependen a través de contratos públicos o concesiones-, como la construcción, la salud o las telecomunicaciones.
“Es alarmante que 46.5 por ciento del dinero del Estado presupuestado para publicidad oficial, va a 24 medios, mientras hay mil 100 medios que reciben un poquito o nada. Con una gota que se da cualquiera de esos 24, se podrían profesionalizar al periodismo en el país”, destacó Frausto.
Detalla que los 42 medios mexicanos con mayores audiencias están compuestos por ocho medios televisivos, 11 radiofónicos, 10 impresos y 13 digitales.
“Basta condicionar los favores o los millonarios contratos de un puñado de familias para incidir en la agenda pública de un país de 127 millones de personas”, sostiene el informe.