Mazatlán, Sinaloa.- Nunca duerme dos veces en el mismo lugar. Su cobijo es un saco de dormir y una casa de campaña, con las que deambula en la oscuridad por las montañas del Triángulo Dorado cuando no puede llegar a una zona segura. La Sierra Madre al sur de El Paso le permite ver las estrellas en el frío, aunque no siempre lo haga por temor a los drones con los que el Ejército mantiene su cacería.
Su nombre es leyenda en esas tierras. Nació en Badiraguato y hace más de 30 años vivió como uno de los grandes capos del narcotráfico. Hoy es un fantasma que huye de los errores del pasado y de una supuesta persecución política de Estados Unidos y México para atraparlo, mientras él asegura que sigue cumpliendo una penitencia alejado de su familia y de la oportunidad de alcanzar la paz.
Rafael Caro Quintero se encontró con la periodista Anabel Hernández en una entrevista en la que el líder del extinto cártel de Guadalajara negó ser uno de los principales capos del cártel de Sinaloa, tras el arresto de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La periodista y escritora especializada en temas de corrupción, narcotráfico y seguridad reiteró que el encuentro fugaz antecedió a una odisea desde su llegada al aeropuerto de Mazatlán.
Su narración describe cómo tuvo que cambiar de vehículos cada cierto tiempo con los escoltas enviados por el presunto líder del cártel de Sinaloa; varias paradas en hoteles y viviendas en las montañas; explorar los caminos rurales entre barrancos, ante la mirada inquietante de los soldados que realizan operativos de búsqueda.
Finalmente sostuvo el encuentro en lo alto, en una vivienda humilde que aleja la idea de los lujos y excesos a los que “El Príncipe” estuvo acostumbrado en la década de los 80.
El excapo salió libre en 2013 por omisiones y errores de la Procuraduría General de la República, quien omitió una orden de aprehensión que tenía sin resolver en México, así como los cargos por asesinato que se imputan a Caro Quintero en Estados Unidos. Sus pasos han sido sigilosos, durante cinco años ha evadido todo intento de captura, ante la consigna de la PGR de atraparlo “vivo o muerto”.
La violencia por las disputas de las rutas de trasiego, el control de la zona fronteriza, los informes de inteligencia de la DEA y el Gobierno de México y hasta las narcomantas en Sinaloa y Sonora evidencian su regreso al mundo de las drogas, aunque él niega ser parte del negocio que lo mantuvo tras las rejas durante 27 años.
Caro Quintero reprochó que las autoridades aún tratan de vengar el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, quien se infiltró en el cártel de Guadalajara y provocó los primeros golpes a la organización criminal en 1984 y murió torturado junto con el piloto Alfredo Zavala. Tras su detención, firmó una confesión por el homicidio. Ahora, asegura no sólo era inocente, sino que también ya pagó su condena.
‘TODO LO QUE HAGO ES HUIR’
La DEA y la PGR han señalado en más de una ocasión que Caro Quintero, junto con Ismael “El Mayo” Zambada, es el líder del cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de tráfico de drogas más grande y poderosa del mundo, con tentáculos que se extienden por toda América y hasta Europa, Asia y África.
La periodista describe al supuesto capo “delgado y recto como un taco de billar”, luego de que este dejara una pistola plateada sobre la mesa. Oculta su cabello teñido de negro, viste pantalones azules y una chaqueta verde y una gorra Adidas oculta por momentos sus expresiones. Hernández insiste en que “parece tener menos de 65 años”, aunque sus zapatos llenos de lodo y el sudor evidencian que cada vez cuesta más escapar.
“Todo lo que hago es huir, por algo para lo que ya cumplí mi condena”, dice.
Caro Quintero admitió haber traficado mariguana, pero afirma que esos días han quedado atrás. Reconoce que después de ser liberado se reunió con “El Chapo” y “El Mayo” Zambada antes de que Guzmán Loera fuera arrestado y extraditado a Nueva York.
“Nos conocemos desde hace muchos años, al igual que conocía a Zambada. Tengo mi respeto por ellos y eso es todo. No he hecho ningún negocio con ellos. Y ahora que soy libre, no quiero tener nada que ver con las drogas”, agregó.
Sin embargo, al negar irritado su participación en el trasiego de drogas la periodista le cuestionó la incautación en 2015 de cinco toneladas de cocaína en Puerto Peñasco, Sonora, que el Gobierno federal aseguró era su droga.
“Ya lo he dejado muy claro. No soy traficante de drogas. Nunca he movido heroína. Nunca he traficado con anfetaminas. No he traído un solo gramo de cocaína de Colombia, contrario a lo que dice la DEA. Lo que vendí fue mariguana en México, hace 33 años. Quien diga lo contrario, ¡repito que está mintiendo!”, reiteró.
‘QUIERO VIVIR EN PAZ LO QUE ME RESTA‘
Después de presenciar cómo un extraño asesinaba a su padre cuando tenía 14 años en un acto de violencia sin sentido, Caro Quintero comenzó a cultivar mariguana como una manera de mantener a su familia. A los 30 se convirtió en uno de los tres líderes del cártel de Guadalajara, el cual formó alianza posteriormente con el cártel de Medellín, liderado por Pablo Escobar.
Las leyendas y los narcocorridos lo convirtieron a él y a los otros líderes del crimen organizado en personajes más grandes que la vida misma. Hoy, la periodista descubre el encuentro con Caro Quintero como el encuentro con el verdadero Mago de Oz, donde detrás de la pantalla y la parafernalia desatada sobre su persona, “El Príncipe” se revela como un anciano frágil y enfermo. Hernández deja abierto el espacio para la duda con una pregunta: “¿O será esta otra forma de subterfugio, un modo de disfrazar a un líder en el tráfico de drogas de la región?”. (Con información de The Huffington Post México)
VERSIÓN OFICIAL
» Funcionarios estadunidenses y mexicanos aseguran que Caro Quintero está traficando cocaína desde Colombia hasta EU a través de Guatemala, y que la droga cruza a través de Sonora hasta Chicago. También aseguran que “El Príncipe” envía mariguana, heroína y anfetaminas al país vecino.
» Sin embargo, Mike Vigil, exjefe de operaciones de la DEA en México, dice que es ridículo afirmar que “El Príncipe” dirige al también llamado cártel del Pacífico.
¿PRIORIDAD?
» En agosto del año pasado, el primo de Caro Quintero, Sajid Emilio Quintero Navidad, “El Cadete”, se entregó a las autoridades de EU. El 25 de enero de este año, se declaró culpable de los cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero en California.
» Se especula si Sajid llegó a un acuerdo con la fiscalía, y que la captura de Caro Quintero sigue siendo una prioridad para EU.
» “Si es Sajid quien me acusa, Sajid está mintiendo. ¡Y si dicen que soy uno de los líderes del cártel de Sinaloa, eso también es una mentira!”, afirma Caro Quintero efusivo y con el puño cerrado.