Margarita Montaño Soriano, directora general de Especialidades Médico Forenses de la Procuraduría General de la República (PGR), defiende los peritajes que se han realizado para indagar la desaparición de los 43 normalistas de Ayot-zinapa: Pueden intervenir tantos y cuantos deseen y van a llegar al mismo resultado
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Esa expresión podría venirse abajo si la cuarta parte de los 130 detenidos y procesados obtienen su libertad al acreditar ante el Poder Judicial de la Federación que fueron torturados algunos para declarar que el destino final de los jóvenes fue el basurero de Cocula, todo tras el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México en el que se menciona que existen fuertes indicios para afirmar que hubo tortura en 34 casos.
Al preguntarle si es necesario hacer nuevos peritajes para llegar a la verdad que los padres de los normalistas quieren, Montaño Soriano indica que el caso Ayot-zinapa no está delimitado y las autoridades pueden solicitar los peritajes que sean convenientes para llegar al resultado final.
El caso Iguala en particular tiene intervenciones múltiples en diferentes disciplinas y especialidades; usted dijo algo muy peculiar, la verdad que ellos quieren encontrar. Le puedo decir que lo que se ha realizado en servicios periciales ha estado dentro de los parámetros metodológicos establecidos, nacionales e internacionales.
Montaño explica a La Jornada que en las distintas especialidades que conforman la Coordinación General de Servicios Periciales, dependiente de la Agencia de Investigación Criminal, se tiene éxito porque utilizan la metodología y la ciencia para coadyuvar en la investigación.
Sabemos hacer las cosas, las hacemos bien, hemos tenido total concordancia con muchas de las otras intervenciones. Se lo vuelvo a decir como hace años, tenemos peritos de primera y tenemos grandes instituciones con una infraestructura lo suficientemente fortalecida, pero lo más importante es el material humano que tenemos.
La verdad histórica
se ha enfocado en declaraciones de policías municipales, presuntos integrantes de Guerreros Unidos, en estudios de fuego practicados en el basurero y en muestras obtenidas ahí y en el río San Juan que fueron enviadas a la Universidad de Innsbruck, Austria.
Una de las declaraciones clave en el caso es la de Agustín García Reyes, El Chereje, integrante de Guerreros Unidos, que fue llevado a una diligencia al río por el entonces titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomas Zerón.
Pero El Chereje, identificado como autor material de la desaparición de los normalistas, es uno de los que han denunciado tortura durante su detención.
Otros que también alegaron maltrato son: Patricio Reyes Landa, El Pato, y Jonathan Osorio Gómez, El Jona, quienes aseguraron que los normalistas habían sido calcinados en el basurero de Cocula y para eso utilizaron dísel, llantas y otros materiales para mantener el fuego.