Ciudad de México. La mina del oro negro en el Triángulo Rojo quedó atrás. Organizaciones criminales dedicadas al robo de hidrocarburos en Puebla disputan una nueva ruta para la sustracción de combustibles perforando los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La nueva zona en la que ordeñan abarca 47 kilómetros, que empiezan en el municipio de Cuautlancingo y terminan en Tlahuapan, pasando por San Martín Texmelucan, Coronango y San Matías Tlalancaleca.
De acuerdo con informes de inteligencia a los que tuvo acceso La Jornada, el Triángulo Rojo –que comprende los municipios de Acajete, Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Tecamachalco y Palmar de Bravo– ya no es negocio para las organizaciones de Antonio Martínez, El Toñín (detenido) y Roberto de los Santos de Jesús, El Bukanas, desde que Pemex cerró el ducto que viene de Minatitlán y atraviesa dicha región.