El peso anotó el lunes su peor caída desde noviembre de 2016, debido a la fortaleza del dólar –que hiló su quinta jornada al alza–, así como por la incertidumbre asociada a las elecciones presidenciales y a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al mayoreo, el peso se depreció 1.94 por ciento –18.90 unidades por dólar–, según datos del Banco de México. En ventanillas bancarias, el dólar se vendió hasta en 19.25 pesos, según información de Citibanamex.
La moneda mexicana ha perdido 4.5 por ciento en los cinco días recientes tras alcanzar el nivel de cierre más alto en seis meses, el 16 de abril. La semana pasada el peso tuvo las mayores ganancias en el primer trimestre, en medio del optimismo de que el país alcanzaría un resultado favorable en las negociaciones del TLCAN.
La incertidumbre política en México, a medida que avanzan las campañas, junto con los otros factores, contribuye a hacer un peso más débil, explicó Eric Viloria, estratega cambiario de Wells Fargo.
El peso se ubicó como la moneda más depreciada entre las 36 divisas más líquidas del mundo, por arriba del rand de Sudáfrica y el peso de Colombia.
El dólar fuerte refleja una mejor perspectiva para el comercio exterior deEstados Unidos. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo el sábado que viajará a China, visita que podría aliviar las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.
Un dólar más fuerte fue la tendencia de las operaciones de la madrugada, principalmente por el ánimo positivo sobre el comercio, dijo Sireen Harajli, estratega cambiaria de Mizuho.
Incertidumbre por las elecciones presidenciales y el TLCAN
Banco Base comentó en un reporte que la cotización del peso ha comenzado ya a reflejar la incertidumbre por las elecciones de julio, luego de que el domingo se realizó el primer debate de candidatos. Los inversionistas empiezan a aceptar que el próximo presidente del país sea probablemente el candidato que temían, aseguró un artículo de Bloomberg.
Los operadores están preocupados por que Andrés Manuel López Obrador haga retroceder la histórica apertura de la industria energética a la inversión extranjera y sus promesas de aumentar el gasto social soplen el déficit presupuestario, subraya el artículo.
Christian Lawrence, estratega cambiario de Rabobank en Nueva York, dijo a Bloomberg: Los mercados mundiales se han despertado a las votaciones que se avecinan.