La mañana de ayer, madre e hijo fueron degollados por personas que llegaron con ellos a unos terrenos de la comunidad El Popoyote, perteneciente al municipio de Santa María Tonameca.
Originarios y vecinos de la colonia Emiliano Zapata de Puerto Escondido, Lorena R. y su hijo Luis Ángel R. S. acudieron acompañados de otros familiares y unos señores hasta unos terrenos, ubicados a unos 200 metros de la carretera federal 200, en el municipio de Santa María Tonameca.
Acudieron a este punto con la finalidad de realizar una compra-venta de terrenos, sin embargo los amarraron con cinta para degollarlos.
Ya en los terrenos, madre e hijo fueron sujetados con cinta de color gris con las manos en la espalda; solamente a Luis Ángel le taparon la cara con el mismo material y en ese lugar fueron degollados.
Según las primeras investigaciones, en el lugar donde fueron asesinados se encontraban otras dos personas que presenciaron la muerte, pero no les hicieron nada.
Poco después, los elementos policiacos fueron notificados de la existencia de estos dos cuerpos sin vida.
Se apersonaron elementos de la Policía Municipal de Santa María Tonameca y acordonaron la zona para que agentes estatales procesaran la escena del crimen.
Elementos de la Agencia estatal de Investigaciones (AEI) llegaron más tarde y levantaron indicios, para luego iniciarse un legajo de investigación.
Minutos antes del mediodía, los agentes investigadores ordenaron el levantamiento de los cuerpos y su traslado a una funeraria particular en donde se le practicó la neurocirugía y determinar así la causa de la muerte.
Al cierre de la edición, las autoridades procuradoras de justicia procesaban la información sobre este doble homicidio.
La camioneta en la que llegaron los ahora extintos, una Ford tipo Pick Up de color negra, con placas del Estado de México número MNV-72-08, fue asegurada por los agentes estatales y trasladada con una grúa de plataforma a un encierro en San Pedro Pochutla, ya que será objeto de investigación.
A la escena del crimen también se apersonaron efectivos del Ejército Mexicano, quienes levantaron información sobre el doble crimen.