CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de la confrontación abierta con la cúpula empresarial, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador afirmó que durante su gobierno va a separar “el poder político del poder económico”, reafirmó que “persiste un grupo muy pequeño que me hizo la guerra sucia en el 2006” y se comprometió a realizar “un gobierno de 12 años en 6”, sin posibilidad de reelección y sin realizar cambios a la Constitución en la primera mitad de su mandato.
Durante hora y media de entrevista colectiva en el programa Tercer Grado, de Grupo Televisa, López Obrador también reiteró que no habrá “tabla rasa” de casos de corrupción como Odebrecht, los contratos de Pemex y el caso Ayotzinapa.
“Muy contrario a lo que se piensa de que se pueden afectar las instituciones, yo creo que si se aclara lo de Ayotzinapa se va a fortalecer una institución muy importante para el país, que es el ejército”, sentenció el aspirante presidencial de Morena.
Se explayó en el tema del combate a la corrupción que “ese punto nos va a unir como país”, insistió que no se requieren nuevas leyes sino “voluntad política”, empezando por el presidente de la República y afirmó que “ni amigos, ni compañeros, aunque vengan de tiempo atrás y mis familiares, todos, van a tener que actuar con rectitud”.
Seis años después de aquel primer debate presidencial, en el que López Obrador le reprochó a Enrique Peña Nieto que tuviera el apoyo de Televisa, la principal empresa de comunicación del país, el exjefe de Gobierno retornó a una larga entrevista con los rostros más conocidos del consorcio –Joaquín López Dóriga, Carlos Loret, Denise Maerker, Leo Zuckerman-, pero también con periodistas ajenos a la empresa como René Delgado y Raymundo Rivapalacio.
El momento más álgido e incómodo de la entrevista colectiva fue precisamente con López Dóriga, quien le repitió varios cuestionamientos de sus oponentes Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
López Obrador le reprochó que “eso dice la propaganda” de sus adversarios. Y el veterano conductor se molestó y le dijo: “yo no soy tu adversario, Andrés Manuel, ni hago propaganda”.
También respondió al cuestionamiento de Loret de Mola sobre el apoyo de Elba Esther. “¿La considera corrupta?”, le preguntó el conductor. “Sí”, sentenció el tabasqueño, pero admitió que “tiene una debilidad, con la gente contra la que se ensaña el sistema”.
Exculpó a Roberto Hernández, el exdueño de Banamex, de participar ahora en la “guerra sucia” en su contra, mientras que afirmó que a Carlos Slim “lo embarcaron con lo del aeropuerto”, por los intereses que tiene metidos y reiteró que su propuesta de construir dos pistas más en la base aérea de Santa Lucía entrará a consulta.
No reelección y amnistía
Sobre el tema de la reelección y las consultas, López Obrador ahondó en ejemplos históricos y rechazó tajantemente que pretendiera reelegirse o que las consultas populares fueran un mecanismo para lograrlo.
“Voy a hacer un gobierno de 12 años en 6. No me voy a reelegir”, sentenció y recordó que uno de los “grandes errores históricos” de gobernantes como Benito Juárez fue reelegirse y dar pie a que llegara al poder Porfirio Díaz, “un hombre muy ambicioso y simulador”, con la bandera de la “no reelección y se prolongó 34 años”.
A la pregunta sobre su plan de amnistía y el combate a la inseguridad y el crimen organizado, López Obrador señaló que se trata de “un plan integral”, negó que dijera lo mismo que otros candidatos sobre “atacar la raíz del problema” y describió como “un desastre” el actual despliegue de las fuerzas castrenses y policiacas en el combate al narcotráfico.
Dio cifras de memoria: son 260 mil soldados, 60 mil marinos, 40 mil elementos de la Policía Federal, 200 mil policías estatales y municipales “y no hay organización”.
“Sí sé lo que se tiene que hacer porque lo hice en la Ciudad de México”, reiteró ante los cuestionamientos. Insistió que todos los días estará al frente de las reuniones del gabinete de seguridad y que “invitará al fiscal general”.
Negó que durante su gobierno fuera a reformar la Constitución. Al ser cuestionado que cómo revertiría entonces las reformas estructurales de Peña Nieto, empezando por la energética y la educativa, López Obrador afirmó que primero revisará los contratos y “en una segunda etapa” de su gobierno hará los cambios legales.
Expropiaciones, precios de garantía y TLCAN
Rechazó que durante su gobierno pretenda realizar expropiaciones; mantendrá la autonomía del Banco de México, aunque deslizó un claro reproche al exgobernador Agustín Carstens, quien pronosticó un “huracán categoría cinco” para el peso si ganaba Donald Trump en Estados Unidos “y no pasó nada”.
Se pronunció por mantener el Tratado de Libre Comercio con América del Norte y propuso que se negociara después de las elecciones presidenciales.
Loret de Mola y Zuckerman le cuestionaron su propuesta de mantener los precios de garantía del maíz.
“Vamos a dejar de comprar en el extranjero todo lo que consumimos, en la medida de lo posible”, propuso.
“El subsidio nos va a costar a los que pagamos impuestos”, le reprochó Zuckerman.
“Como te cuesta lo mismo estar comprando el maíz en Estados Unidos y la gasolina. Se abandona el campo. El campo no sólo te produce alimentos, es una forma de vida sana. Por el abandono al campo, entre otras cosas, se desató la inseguridad y la violencia. Esto no es de economicismo”, respondió López Obrador.