El acuerdo nuclear entre Irán y las grandes potencias enfrenta su mayor reto diplomático, mientras el presidente Donald Trump se prepara para anunciar si retira a Estados Unidos del tratado.
¿En qué consiste el acuerdo y por qué se lo ataca?
TOMA Y DACA
El acuerdo de 2015 impone restricciones a Irán que le impiden fabricar una bomba, a cambio de la eliminación de la mayor parte de las sanciones estadunidenses e internacionales. El acuerdo incluye una serie de límites de tiempo.
Irán puede mantener reservas de hasta 300 kilos de uranio enriquecido a bajo nivel, en lugar de los 100 mil kilos de uranio de alto nivel que tenía anteriormente.
Puede enriquecer el uranio a 3.7%, lo que permite cargar un reactor, pero está muy lejos del 90% necesario para fabricar un arma.
El acuerdo también limita el número de centrifugadoras que puede mantener Irán, y de un modelo más antiguo y lento.
A cambio de éstas y otras concesiones, las potencias mundiales levantaron las sanciones económicas que bloqueaban el acceso de Irán a los organismos financieros internacionales y el comercio petrolero y descongeló miles de millones de dólares que tenía en bancos de ultramar.
Dentro de ocho años y medio Irán podrá tener hasta 30 centrifugadoras más avanzadas, cifra que podrá ampliar dos años después.
DESPUÉS DE 15 AÑOS
Durante la vigencia del acuerdo, Irán está limitado a un nivel en el que no puede fabricar una bomba. Si se deshiciera el acuerdo hoy, según los expertos necesitaría al menos un año para poder fabricarla.
Después de esos 15 años, Irán tendría un conjunto de centrifugadoras de última generación listas para funcionar y, al desaparecer los límites sobre sus reservas, podría empezar a producir uranio altamente enriquecido.
Desde luego, los occidentales podrían volver a imponer sanciones.
Los creadores y partidarios del acuerdo dicen que se trata de promover el diálogo y la confianza durante los 15 años para prolongar el acuerdo o negociar uno nuevo, a la vez que abordar los diferendos restantes.
‘EL PEOR DE TODOS LOS ACUERDOS’
El acuerdo nuclear fue el mayor logro del presidente Barack Obama en política exterior, pero Trump lo calificó de “desastre”, el “peor de todos los acuerdos”, y se ha dedicado a deshacer buena parte de lo realizado por su antecesor.
El acutal mandatario critica el acuerdo porque no incluye el programa de misiles iraní ni el apoyo de Teherán a grupos como el libanés Hezbolá o el gobierno del presidente sirio Bashar al Assad.
Dijo que el acuerdo “arrojó un salvavidas político y económico a la dictadura iraní”.
Por su parte, muchos iraníes dicen que no han visto los beneficios económicos que el presidente Hassan Rouhani aseguró que les traería el acuerdo. La inflación creciente provocó protestas en diciembre y enero.
ÁTOMOS PARA LA PAZ O AMENAZAS DE GUERRA
El programa nuclear de Irán comenzó con ayuda de Estados Unidos. Bajo su programa “Átomos para la paz”, Estados Unidos entregó un reactor que comenzó a funcionar en 1967 bajo el régimen del sha Mohammad Reza Pahlavi.
La ayuda finalizó tras la Revolución Islámica de 1979 que derrocó al sha.
Irán amplió su programa en los 90, y en 2002 los servicios de inteligencia occidentales descubrieron un sitio nuclear secreto en Natanz.
Hasta el presente, Teherán niega que su programa nuclear tuviera una dimensión militar.
CONVERSACIONES Y SANCIONES
En los primeros años del siglo, Gran Bretaña, Francia y Alemania iniciaron negociaciones con Irán sin la participación de Estados Unidos. En octubre de 2003, Irán suspendió el enriquecimiento, pero lo reanudó en 2006 durante la presidencia de Mahmud Ahmadinejad. Las potencias mundiales impusieron sanciones que marginaron a Teherán de la economía global.
Durante el gobierno de Obama, se iniciaron conversaciones secretas con Irán en Omán, al asumir el presidente Rouhani.
Irán y las potencias mundiales firmaron el acuerdo nuclear, llamado Plan de Acción Exhaustivo Conjunto, en 2015.
PRÓXIMOS PASOS
Si Trump se retira del acuerdo, es probable que los europeos traten de mantenerlo.
Irán seguirá criticando a Estados Unidos, pero probablemente no abandonará el acuerdo, dados sus intereses económicos.
Pero el retiro de Washington debilitará a Rouhani en lo interno y posiblemente fortalecerá a los sectores más intransigentes.