Jazmín Gómez
Fotos: Blanca HERNÁNDEZ
Fieles que asisten a la Catedral Metropolitana y que inculcan la fe a niños y niñas de Oaxaca se encuentran divididos por el presunto abuso sexual cometido por el sacerdote Carlos Franco Pérez Méndez en contra del joven Lenin Moisés López.
“El padre es muy bueno, es un santo, es incapaz” argumentó el grupo que respalda al sacerdote en conferencia de prensa ofrecida en el Centro Diocesano de Pastoral; “Lenin siempre fue un joven bueno, incapaz de mentir, dispuesto a servir a la Iglesia, no es justo que no se le haga justicia”, aseguraron quienes apoyan a la presunta víctima.
“Yo te vi, yo te vi, mírame a los ojos y dime en la cara lo que quieras decir”, gritó Laura Antonio Zaragoza, Coordinadora de Pastoral quien es testigo de Lenin al verlo en abril en Viernes Santo afectado por el presunto abuso sexual; “cállate machorra, a ti te gustan las mujeres, deja de decir mentiras”, refutaban seguidores del párroco.
Acompañado de su abogado, el presbítero sólo alcanzó a decir que es inocente de las acusaciones que se le hicieron y que así “lo probó ante el juez de la causa y acreditó ante la ley, quedando en libertad a los pocos días de ser aprehendido por falta de pruebas”.
“Cállate, no mientas”, le gritaron al sacerdote aturdido por más de una veintena de personas que se presentaron en la conferencia junto con el joven, de 20 años de edad, y pancartas que reprochaban su actuar. Entre esa multitud estaba también presente la madre de Lenin a quien una voz de un joven le refutó “así le hubieras puesto atención desde antes a tu hijo”.
A las 11:00 horas Lenin, familiares y amigos, así como la Coordinadora de Pastoral dieron conferencia frente a Santo Domingo de Guzmán para dar a conocer su versión de los hechos, señalando al Arzobispo José Luis Chávez Botello de encubrir al sacerdote que cometió abuso sexual y dio otra versión de los hechos.
Laura Antonio aseguró que hay videos y pruebas de que se cometió el abuso sexual en el curato de la catedral, pruebas que autoridades eclesiásticas no han querido entregar ante las autoridades estatales para evitar reconocer el ilícito.
Dijo que representantes de la Arquidiócesis, aprovechando su poder, lograron la libertad del presbítero, aun cuando existen certificados médicos de la violencia que se cometió en contra de Lenin el Jueves Santo cuando junto a su amigo decidieron quedarse en la Catedral por el abundante trabajo que había en esas fechas.
Los jóvenes, uno de 17 años de edad y Lenin de 20, de acuerdo a la versión de implicados, fueron invitados por el padre Carlos Franco a consumir mezcal accediendo a tomarse tres copas que los dejó en estado de indefensión ante las intenciones del sacerdote que logró cometer abuso sexual contra Lenin.