CIUDAD DE GAZA.- Manifestantes palestinos enfrentaban al ejército israelí este martes, al día siguiente de una jornada que dejó decenas de muertos en la Franja de Gaza.
Columnas de humo negro se alzaban de neumáticos encendidos y los palestinos arrojaban piedras a los soldados, que respondían con gases lacrimógenos. Unos 200 palestinos protestaban en la ciudad bíblica de Belén y otros 100 en Ramalá.
Previamente, los palestinos conmemoraron el 70 aniversario de su desplazamiento en masa haciendo sonar una sirena durante 70 minutos.
La gente se paró y el tráfico se detuvo en partes de la ciudad, aunque en algunas zonas apenas se escuchaban las sirenas.
Este martes se conmemora el 70 aniversario de los que los palestinos llaman su “nakba”, o catástrofe – la expulsión de cientos de miles de personas en la guerra árabe-israelí de 1948 durante la creación del estado de Israel.
El mundo fue testigo el lunes de escenas de fuerte contraste. Por un lado, las fuerzas israelíes mataron a 58 palestinos, la mayoría baleados, e hirieron a más de 2 mil 700 más en las multitudinarias protestas masivas en la zona limítrofe con Gaza, mientras que por otro, a apenas unos kilómetros de distancia, Israel y Estados Unidos festejaban la inauguración de la nueva embajada estadounidense en la disputada Jerusalén.
El elevado número de víctimas mortales en Gaza revivió las críticas internacionales hacia Israel por el uso de fuerza letal contra manifestantes desarmados, mientras que la apertura de la misión diplomática, condenada por los palestinos como un acto descaradamente proisraelí, redujo todavía más la posibilidad de que el presidente Donald Trump logre lo que en su día calificó de “acuerdo del siglo” en Oriente Medio.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tenía previsto reunirse este martes para abordar la violencia, aunque no estaba claro cuál sería el resultado de la sesión. Dos diplomáticos de la ONU dijeron que los miembros del organismo no alcanzaron un acuerdo unánime para emitir un comunicado, promovido por Kuwait, que habría expresado “indignación y pesar” por los asesinatos y pedía una investigación independiente. Los diplomáticos hablaron bajo condición de anonimato por el carácter privado de las discusiones.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, 58 palestinos perdieron la vida el lunes, incluyendo 57 que murieron por fuego israelí y un bebé pereció tras inhalar gases lacrimógenos. Además, más de 2 mil 700 personas resultaron heridas, mil 360 de ellas por disparos. En total, 130 se encontraban en estado grave o crítico, agregó.
Israel ha justificado sus acciones afirmando que sus tropas defendían la frontera, y acusó a insurgentes de Hamas de intentar perpetrar ataques al amparo de las movilizaciones.
La aviación israelí alcanzó 11 “objetivos terroristas” en un complejo militar de Hamas el lunes, dijo el ejército el martes, añadiendo que sus tanques atacaron dos puestos de Hamas. Los manifestantes emplearon 10 dispositivos explosivos y bombas incendiarias contra las tropas israelíes y se efectuaron disparos hacia soldados posicionados a lo largo de la frontera, agregó.
Khaled Batch, jefe del comité de base que organiza las protestas, señaló que este martes se reservaría para los funerales y la huelga general, sugiriendo que no había nuevas marchas previstas para la jornada. Un alto cargo de Hamas apuntó que aunque las protestas continuarían, se esperaba una participación baja por los entierros. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no podía discutir las deliberaciones del grupo con los medios.
En los últimos días, Egipto mantuvo negociaciones con líderes de Hamás en El Cairo, presumiblemente sobre un posible alivio del bloqueo que pesa desde hace una década sobre la Franja a cambio del final de las protestas.
Israel y Egipto impusieron el bloqueo en 2007, después de que Hamas arrebató el control del territorio a fuerzas leales al presidente palestino Mahmud Abás. Desde finales de marzo, la formación lidera protestas semanales en la zona fronteriza para intentar levantar las restricciones.