No está acostumbrado Brasil a que los planes le salgan mal, como a Hannibal Smith. Y empatar ante Suiza en el partido inaugural de un Mundial no es precisamente escoger el camino correcto. Sobre todo, si emites pocas señales para la esperanza y tu estrella, Neymar, da un recital de mala toma de decisiones.
Con las ganas de erradicar de una vez por todas el pésimo recuerdo del Mundial 2014 y aquel infame 1-7 encajado en Belo Horizonte ante Alemania, a la canarinha también se le atragantó su primer partido en Rusia ante una Suiza cuyo buen rendimiento ha abierto las primeras heridas en el seno de los cinco veces campeones del mundo.
Los cambios de Tite ante Suiza tampoco gustaron en Brasil
El mal papel de Neymar, llamado a ser el líder en el camino hacia el sexto cetro, ha centrado buena parte de las críticas, que tampoco ha podido esquivar el seleccionador Tite. El técnico había anticipado en los días previos al partido que su estrella estaba ya recuperado y preparado para afrontar una cita de la talla de un debut mundialista pero que aún le faltaba coger ritmo de competición, una aseveración que se confirmó sobre el césped del Rostov Arena.
A Neymar no se le notó ansioso pero sí bastante desafortunado en sus acciones y eligiendo siempre mal. Hubo momentos en los que se empeñó en regatear a toda Suiza él solito para desesperación de la afición canarinha, acciones que le han valido no pocas críticas en la prensa de su país, siempre con la munición a punto. “Fue un desastre”, han llegado a decir, sin tener en cuenta su falta de ritmo competitivo.
El empate ante Suiza despertó muchas críticas hacia Neymar, pero también hacia Tite. Al seleccionador brasileño le acusan de no saber leer el partido y de ser incapaz cambiar el curso de los acontecimientos, muy plana Brasil hasta el pitido final. El técnico agotó los cambios pero todos fueron hombre por hombre, los dos mediocentros y el delantero centro, algo que no sentó nada bien en el país amazónico.
Costa Rica será el próximo rival de Brasil en lo que presume casi una final para los de Tite si quieren seguir aspirando no sólo a acceder a octavos, sino a hacerlo como primero de grupo y esquivar a las selecciones más potentes en primera instancia.