Tomás López Sarabia, presidente del Consejo Directivo Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción Asociación Civil (CEPIADET), afirmó que en Oaxaca hay doble discurso cuando se habla de los Derechos de los Pueblos Indígenas, el que se da en fechas conmemorativas y de mostrar el rostro bonito y el otro, cuando se les ve como un problema por el solo hecho de defender sus recursos naturales, biológicos, tierra y territorio.
Con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se conmemora este 9 de agosto, recordó que el 65.7 por ciento de la población en Oaxaca se considera indígena y el 4.9 por ciento afrodescendiente, una población que es mayoritaria y sobre la cual se tendrían que generar las políticas públicas.
Explicó que se han visto síntomas de algunos gobiernos de querer reconocer los derechos de estos pueblos en sus planes estatales de desarrollo, pero al revisar los indicadores lo que se encuentra es la otra realidad, por la que siempre se han conducido nuestros gobernantes.
Destacó que para autoridades, los pueblos indígenas son la gastronomía, la vestimenta, sus lenguas o incluso la Guelaguetza, pero se olvidan de sus derechos fundamentales a la educación, a la salud, a la de tener un traductor en los espacios públicos, el de poder decidir sobre sus recursos y sus territorios a través de las consultas a la lubre determinación, en esta otra parte se les ve como problema.
“Estos dobles discursos no ayudan a contribuir a la gobernabilidad, una gobernanza en el país y particularmente en el estado de Oaxaca, y en ese sentido me parece que lo que nos encontramos son claroscuros, discursos y retórica de reconocimientos, pero en la realidad hay dificultades para que los pueblos indígenas ejerzan sus derechos”.
Expresó que las conmemoraciones deben dejar de ser sólo eso, gobernantes deben plantear retos, programas de atención a los pueblos indígenas, en donde se les pregunten qué quieren y a qué aspiran, no seguir tomando decisiones respecto a lo que se cree que necesitan pues lo que para una sociedad puede ser desarrollo, la misma circunstancia no lo es para otro tipo de sociedad.
Aclaró que no también se ha cuestionado a organizaciones civiles que trabajan con pueblos indígenas, que buscan purificarlos, cuando no es cierto, estos pueblos tienen fortalezas y debilidades, formas de solución a sus conflictos aceptables para unos e inaceptables como otros, pero son como cualquier otra sociedad, ninguna tiene la perfección.
Finalmente dijo que con la administración de Andrés Manuel López Obrador, todo apunta a que se están dando luces de posible cambio, incluido el nombramiento de un oaxaqueño para ocupar lo que sería el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, pero está otra, la de quien sería jefe de gabinete de la presidencia de mantener las Zonas Económicas Especiales, es ahí donde es de gran importancia la participación de la sociedad, de tener un papel activo para poder exigir lo que realmente contribuiría al desarrollo de sus pueblos.