-Nulos los apoyos del Gobierno del Estado; los del Gobierno Federal son mínimos, con irregularidades e injustos; y gobiernos municipales haciendo negocios con donativos y politizaron la ayuda
-Si el Istmo avanza en su recuperación, es gracias a la sociedad civil, denuncian afectados
Fotos: Diana MANZO
Entre escombros, miedo y pesadillas, vive la población del Istmo de Tehuantepec, región que quedó prácticamente devastada por el sismo ocurrido el 7 de septiembre del 2017 con epicentro en Pijijiapan, Chiapas.
Con una sismicidad promedio de 7 sismos por día, de acuerdo a Sismológico Nacional, las familias afectadas siguen prácticamente en el abandono por autoridades estatales y federales, mientras que las municipales lucran con las donaciones de la sociedad civil.
En ese sismo, con magnitud de 8.2, ocurrido a las 23:49:17 horas, con localización a 140 km al Suroeste de Pijijiapan, Chiapas, más de 90 personas perdieron la vida en la región del Istmo de Tehuantepec, 67 mil viviendas resultaron afectadas, 41 municipios fueron considerados en la Declaratoria de Desastres Naturales y más de mil escuelas resultaron con algún tipo de afectación.
En ese entonces, a casi diez días de ocurrido el sismo, el entonces Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, declaró que la reconstrucción sólo en la región del Istmo implicaría al menos 2 mil millones de pesos, que saldrían del Fondo de Desastres Naturales y de las aseguradoras con las cuales se tienen convenios por parte del Gobierno Federal, hasta ahora de ese recurso, poco se sabe.
Na´Angelina y Na´Guillermina, dos de las damnificadas por el sismo, afirman que la pesadilla aún no se termina, incluso la primera de ellas además de tener afectaciones en su vivienda, no ha podido recuperar su herramienta de trabajo, su horno de comixcal con el que elaboraba totopos para el sustento familiar.
Na´Angelina es una de las mujeres que hace unos días se plantó en oficinas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), reclamando apoyos para la reactivación económica en la región del Istmo de Tehuantepec, en donde sólo fueron “a tomarse la foto” y los olvidaron.
“No tenemos apoyos, pedimos un horno para trabajar y que reconstruyan nuestras viviendas como prometieron, nos olvidaron, se olvidaron de nuestra tragedia, pero a nosotros no, en unos días más volveremos a llorar a nuestros muertos, volveremos a recordar algo que estará en nuestras mentes por siempre”, recordó con gran importencia.
Na´Guillermina, persona de la tercera edad de Juchitán de Zaragoza, junto a su esposo, aún conserva el recuerdo de aquel terrible momento en el que perdió el patrimonio que le llevó construir toda una vida.
“A mucha gente se les vino la casa encima y claro, murieron, no se dieron cuenta que estaba temblando, fue un momento que no olvidamos y lo tenemos tan presente que seguimos esperando los apoyos”, comentó.
El reporte especial realizado por Sismológico Nacional en noviembre del 2017, con motivo del sismo del 7 de septiembre, reveló que sólo dos días después de ese sismo, se habían registrado 482 réplicas y quince días después, 4 mil 326 réplicas, en todo el Golfo de Tehuantepec.
Hay municipios en donde no ha llegado una sola tarjeta de Bansefi: Carlos Beas
Carlos Beas Torres, líder de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), afirma que hay municipios en la zona norte del Istmo, como San Juan Mazatlán donde 300 viviendas resultaron con daños importantes, y tampoco no ha llegado un solo apoyo, ni una sola tarjeta de Bansefi para la reconstrucción.
El dirigente social expresó que en la zona norte del Istmo, al menos 3 mil viviendas registraron daños, pero el más marginado y que no ha recibido un solo apoyo es el de Mazatlán Mixe donde incluso llegó la esposa del gobernador Alejandro Murat, la señora Ivette Morán, y se comprometió a brindar apoyos que nunca llegaron.
Destacó que, por otra parte, presidentes municipales como el de Ixtaltepec, Fredy Cabrera Cruz lucraron con la tragedia y teniendo todos los recursos para reconstruir sus viviendas se reportaron como afectados, así como a sus familiares, también el de Santo Domingo Petapa, que estuvo entregando despensas haciendo campaña en sus aspiraciones a una diputación.
El activista abundó que también están las escuelas que no han sido reparadas, estudiantes siguen recibiendo clases en módulos improvisados, hechos con lonas, tal es el caso de la Escuela 20 de Noviembre en Matías Romero, otras más en el municipio Barrio de la Soledad.
Beas Torres precisó que también puede verificarse en la región cómo siguen afectadas clínicas de salud, incluso el Hospital Civil de Juchitán que aún no se reinaugura, mientras que por parte de la reactivación económica están devastados, la gente perdió sus hornos de comixcal, sus locales al interior de mercados, aún no cuentan con apoyos para retomar sus actividades comerciales.
Añadió que otro aspecto que se ha minimizado y sin atender es el emocional y psicológico, pues a raíz del sismo del 7 de septiembre, principalmente, niños, niñas y personas adultas mayores que son las más vulnerables, tienen pesadillas y hasta terror, ante el mínimo sismo salen disparados de los lugares donde pasan la noche, la mayoría aún bajo sus lonas o entre escombros.
“La gente ha mostrado crisis nerviosas, los niños y las niñas constantemente se despiertan por las noches al tener pesadillas y no han podido dormir, ante cualquier movimiento la gente sale corriendo y se generan histerias ante los rumores de que puede haber otro temblor más fuerte”, afirmó.
Por otra parte, Carlos Beas Torres expuso que las viviendas recientemente inauguradas el Gobernador Alejandro MuratHinojosa en Matías Romero, fueron donaciones del Club Pachuca, lo poco que se ha hecho con algunas viviendas y mercados que también ha ido a inaugurar también son donaciones de fundaciones, de recursos estatales no hay apoyo palpable.
Apoyos insuficientes y tratos discriminatorios a oaxaqueños, afirma activista
Magali Sánchez Santiago, istmeña e integrante de la Red Nacional de Damnificados, informó que los apoyos por parte de las autoridades federales, estatales y municipales, han sido insuficientes y hasta discriminatorios si se les compara con los otorgados en la Ciudad de México.
Magali Sánchez participó junto a otros coordinadores que integran la red, de los estados de Puebla, Chiapas y Morelos, en la entrega de una carta abierta donde se contemplan exigencias, al Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador, a tres meses de que éste inicie su administración.
En la carta expresan que hasta ahora, la reconstrucción de sus viviendas, economía y de sus pueblos se ha dado gracias a sus propios esfuerzos, y sólo a partir de sus exigencias se han cuantificado a muchas familias que desde un primer momento fueron afectadas.
Enlistan que solo del 7 de septiembre, 67 mil viviendas resultaron dañadas en la región del Istmo, 41 municipios considerados en la Declaratoria de Desastres Naturales y del censo hecho muchas familias fueron excluidas; mientras que también del censo para el programa de hornos de comixcal de Juchitán y Tehuantepec, muchas familias quedaron fuera, sólo se apoyó a 6 mil por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas (CDI).
Después se realizó la segunda Declaratoria De desastres Naturales del 16 de febrero, que incluyó a 8 municipios de la región del Istmo, entre ellos Juchitán y Tehuantepec; en el mes de marzo se realizó el segundo censo con un padrón de 8, 200 viviendas registradas en los municipios.
Destacan que los pocos apoyos que han recibido no han sido justos pues para esa región, sólo destinaron a las familias 120 mil pesos para daño total y 15 mil pesos para daño parcial, insuficientes para construir o reconstruir sus casas, caso contrario al de la Ciudad de México, donde los apoyos brindados fueron de entre 300 mil y 400 mil pesos, tratándoles como mexicanos de primera y de segunda.
Finalmente, detalla que exigen atención en temas como: la pronta reconstrucción de viviendas e infraestructuras hospitalarias, educativas y edificios públicos; un plan de reconstrucción que incluya la realización de estudios geológicos y geofísicos; que el presupuesto de egresos de la federación priorice que el gasto público se aplique en aquellas zonas del país, afectados por los sismos; que se suspenda el cobro por concepto de consumo de la energía eléctrica en los estados afectados.
También piden la renacionalización de las aéreas privatizadas de la industria eléctrica; que los apoyos destinados a los damnificados de la segunda declaratoria de desastre natural sean entregados por el gobierno federal en funciones igual o mayor a los apoyos entregados en la primera Declaratoria en el Istmo;.
Que SEDATU autorice a BANSEFI la entrega de tarjetas rezagadas y depósitos de recursos faltantes; que se lleve a cabo una investigación al gobierno de Enrique Peña Nieto acerca del destino de los recursos donados por diferentes países para los damnificados del país.