Etiopía.- Un avión Boeing 737 Max 8 de Ethiopian Airlines se desplomó ayer poco después de despegar de la capital etíope, dejando una enorme zanja en la tierra y causando dolor en 35 naciones de las que procedían las 157 personas que murieron, entre ellos una mexicana. En la lista de víctimas que dio a conocer Ethiopian Airlines hay pasajeros de China, Estados Unidos, Arabia Saudí, Nepal, Israel, India y Somalia. Kenia perdió a 32 ciudadanos y Canadá a 18. Varios países, incluyendo Estados Unidos, perdieron a por lo menos cuatro personas.
Las autoridades etíopes declararon este lunes como día de luto nacional. No hubo indicios inmediatos de por qué la aeronave se vino abajo después de que despegara en buenas condiciones climáticas de Adís Abeba, capital de Etiopía, rumbo a Nairobi, Kenia. El accidente fue sumamente similar al ocurrido con el avión de Lion Air que cayó al mar el año pasado frente a las costas de Indonesia minutos después de despegar, cobrando la vida de las 189 personas a bordo. En ambos casos la aeronave era un Boeing 737 Max 8.
Ethiopian Airlines es una de las aerolíneas más seguras del mundo. En estos momentos no podemos descartar nada, dijo Tewolde Gebremariam, director general de la empresa, en declaraciones a la prensa. Visitó el sitio del desplome y se paró en el enorme cráter que quedó con escombros esparcidos.
Las bolsas negras con cadáveres estaban cerca del lugar, mientras trabajadores de la Cruz Roja y otras organizaciones buscaban restos. Ayer por la tarde aún no se encontraba la grabadora de datos de vuelo de la aeronave, dijo el director de operaciones de la aerolínea. El dolor invadió a familias de todo el mundo. En el aeropuerto de Adís Abeba una mujer llamaba en vano a un número celular. “¿Dónde estás hijo?”, afirmaba entre lágrimas.
Líderes de las Naciones Unidas, la agencia de refugiados de la ONU y el Programa Mundial de Alimentos anunciaron que algunos de sus colegas viajaban a bordo de la aeronave.La agencia migratoria de la ONU calculó que fallecieron alrededor de 19 empleados afiliados al organismo. Tanto Adís Abeba como Nairobi son centros de trabajo importantes para trabajadores humanitarios, y varias personas se dirigían a una conferencia ambiental programada para el lunes en Nairobi.