Con motivo del paro total de labores de los 52 trabajadores del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea (CETS), los pacientes de al menos 14 hospitales en Oaxaca se encuentran en un eminente riesgo de terminarse la sangre existente en los pequeños bancos de los mismos.
Esto debido a que desde el 7 de octubre los trabajadores del CETS dejaron de recibir a donadores para exigir la aplicación de los recursos destinados para la obra de ampliación del centro, y desde este miércoles también dejaron de dotar de sangre a los hospitales.
El médico aferesista, Anul Ruíz López, expresó que no hay rumbo ni cabeza en los Servicios de Salud de Oaxaca debido a que la obra paralizada en el CETS se debe a la decisión del consejo técnico del Hospital Civil que se supone tienen cargos menores al secretario.
Señaló que lo que menos quieren es afectar a los pacientes pero a funcionarios de los Servicios de Salud tampoco les importa la situación que prevalece en Oaxaca, pues en el CETS trabajan en espacios reducidos que incluso son un riesgo ante un sismo o terremoto porque no habría como salir.
En el Centro, externó, se reciben a por lo menos 50 o 60 personas donadoras, y recolectan al año 10 mil unidades de sangre.
El Centro Estatal de Transfusión Sanguínea proporciona sangre liberada a 14 hospitales, entre ellos al Hospital Civil, al de San Pablo Huixtepec, Cuicatlán, Hospital de La Paz en Sola de Vega, San Jacinto Tlacotepec en Sola de Vega, Hospital de Ixtlán, Hospital de Chalcatongo de Hidalgo y al de Nochixtlán.