Washington, (AFP) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con cerrar total o parcialmente la frontera con México la próxima semana, si el vecino país no frena “de inmediato” el flujo de inmigrantes indocumentados hacia territorio estadounidense.
“Si México no detiene de inmediato TODA la inmigración ilegal que ingresa a Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, estaré CERRANDO la frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana“, tuiteó el mandatario.
“Esto sería muy fácil para México, pero solo toman nuestro dinero y ‘hablan’. Además, perdemos tanto dinero con ellos, especialmente cuando se agrega el tráfico de drogas, etc., ¡que el cierre de la frontera sería una buena cosa!”, agregó.
….the Border, or large sections of the Border, next week. This would be so easy for Mexico to do, but they just take our money and “talk.” Besides, we lose so much money with them, especially when you add in drug trafficking etc.), that the Border closing would be a good thing!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 29, 2019
Trump urgió al Congreso a cambiar “AHORA” las “DÉBILES” leyes migratorias estadounidenses, cuando México “tiene las más fuertes” y “durante muchos años” se ha enriquecido gracias a Estados Unidos, dijo.
El presidente estadounidense había dicho el jueves que podría cerrar la frontera sur, al acusar a México de hablar mucho y no hacer “nada” para parar la llegada de inmigrantes ilegales a Estados Unidos.
También acusó de inacción a Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde proviene la mayoría de los migrantes que buscan un destino mejor en Estados Unidos, criticándolos por recibir “durante años” fondos de ayuda estadounidense y no revertir la marcha de sus ciudadanos.
La última vez que Trump amenazó con cerrar la frontera con México fue en diciembre, en el punto máximo de la disputa con el Congreso para conseguir los 5.700 millones de dólares que pedía entonces para construir un muro fronterizo, su promesa electoral insigne.
Los demócratas en el Congreso rechazaron la financiación, argumentando que Trump estaba exagerando los problemas en la frontera para obtener réditos políticos.
En represalia, Trump se negó a firmar otras partidas presupuestales, lo que llevó a que gran parte del gobierno federal tuviera que cerrar por cinco semanas, un hecho sin precedentes.
Trump finalmente declaró una emergencia nacional para poder saltearse el Congreso y desbloquear el dinero para el muro, una medida condenada incluso por muchos republicanos.