Durante la homilía de este domingo, el Arzobispo de Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, exhortó a feligreses a revisarse personalmente antes de pretender juzgar a las demás personas porque muchas veces es la soberbia propia la que nos hace actuar de esa forma.
Destacó que se juzga el desorden del que vive enfrente porque no se es capaz de reconocer el desorden propio que se tiene en el interior, de describir las miserias propias para enderezar nuestras vidas.
“Muchas cosas se arreglan cuando nosotros con sinceridad revisamos nuestra vida, descubrimos nuestras miserias, descubrimos nuestros pecados y volvemos nuestro rostro a Dios, porque como en la parábola del hijo pródigo, regresó a casa porque revisó sus actos, su comportamiento, tomó conciencia del desorden que había llevado”, dijo.
Pidió a feligreses tomar conciencia de lo que han hecho y mostrar la voluntad de corregir en lo que están mal, en vanidad, pecado, orgullo, soberbia que impide ver a los demás con los ojos que los ve Dios.
Dijo que no se debe actuar como el hermano del hijo pródigo, que sintió celos y enojo porque su padre recibió con un festejo a quien se había alejado de su casa, pues la actitud siempre debe ser de reconciliación, de amor y aceptación cuando alguien se arrepiente y corrige sus errores.
“No envidies, no te enceles, alégrate por la experiencia, porque tu padre ama a tu hermano, porque también a ti te ama. Alégrense”, insistió el Arzobispo.