Ante la falta de pago de la segunda quincena del mes de octubre a más de 200 trabajadores de base de la LXII Legislatura del Estado, devino la renuncia del tesorero Mauro Alberto Sánchez Hernández, quien de forma sorpresiva se fue del Congreso del Estado.
Luego de diversas quejas por parte del personal que labora en la Cámara de Diputados y dada la crisis por la falta de un presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), después de que entre panistas se diera la escisión, el edificio legislativo de San Raymundo Jalpan se convirtió en un verdadero caos.
La falta de insumos para laborar como hojas, lápices, plumas, tinta, etc; los sanitarios siguen sin agua desde hace varias semanas, mientras la oficina de Dalias en la colonia Reforma del coordinador de la bancada del PRI, Alejandro Avilés Álvarez es una casona con todos los lujos y hasta con alberca, cuya renta es pagada por el Congreso del Estado, los trabajadores estallaron.
El abuso por parte de los coordinadores parlamentarios del PAN, Gerardo García Henestroza; del PRD, Jesús López Rodríguez y del PRI, Alejandro Avilés Álvarez en el dispendio de recursos que gastaron a manos llenas, ha ocasionado un boquete en las finanzas del Poder Legislativo que manejó un presupuesto de hasta 650 millones de pesos.
Llueven las protestas de una decena de proveedores que desde hace un año no les pagan, al menos, de boletos de avión adeudan 2.5 millones de pesos.
Hasta esta tarde, el edificio legislativo de San Raymundo Jalpan sigue tomado por los empleados de base, cuya delegada sindical Carmela Juárez declaró que no se irán hasta en tanto reciban su pago salarial, y confirmó la renuncia del tesorero Mauro Alberto Sánchez Hernández.
Las oficinas de los directivos de la LXII Legislatura del Estado lucen vacías, no se encuentra ni el oficial mayor Igmar Medina Matus.