México, (AFP) – La economía de México enfrenta un bajo crecimiento económico en 2019, el primer año de gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien prometió que al cierre de su administración, en 2024, el PIB crecerá hasta 4%.
El PIB de México creció 2% en 2018, y para 2019 los analistas que mensualmente consulta el Banco de México (central) recortaron sus pronósticos de crecimiento hasta un 1,5% desde el 1,8% que estimaban al inicio del año.
El recorte en la previsión de crecimiento no es solo de los analistas privados. El propio Banco de México y la secretaría de Hacienda redujeron su expectativa a un rango de entre 1,1 y 2,1%.
Pese al pronóstico conservador de Hacienda, López Obrador insistió en que la economía crecerá por lo menos 2% en este año.
“Considero, y a las pruebas me remito, que se quedaron cortos en proyección. Yo pronostico que vamos a crecer 2% y el año próximo 3% y apuesto, trato hecho”, dijo el mandatario a inicios de abril.
Las menores previsiones de crecimiento en 2019 obedecen en parte a la desaceleración que ya mostraba la economía en el último trimestre de 2018 -cuando el PIB creció 0,2%- y que tanto analistas como autoridades financieras esperaban se extendiera al inicio de 2019.
A ello se suma el impacto que puede tener la debilidad en la manufactura estadounidense, que está fuertemente ligada a la mexicana, lo que se traduce en menores exportaciones de México.
También se espera este año una inversión débil por el “entorno de incertidumbre acerca del tipo de política que pueda causar esta administración”, dice a la AFP Carlos Serrano, economista en jefe para México del banco español BBVA.
Ese fue uno de los factores que consideró en abril el Fondo Monetario Internacional (FMI) al recortar a 1,6% su previsión de crecimiento este año para la economía mexicana, desde el 2,1% previo, aunque en México es común que se presente una menor actividad en el primer año de un nuevo gobierno ante la expectativa por las políticas que se implementarán y el reordenamiento en el gasto público.
Serrano -quien pronostica una expansión económica de 1,4%- señala además que hay incertidumbre en el sector privado por la aprobación del T-MEC, el tratado de libre comercio que sustituirá al actual TLCAN entre México, Estados Unidos y Canadá y que todavía debe ser ratificado por los legislativos de los tres países.
Para Carlos Capistrán, economista para México y Canadá de Bank of America Merrill Lynch, los programas sociales del gobierno, dirigidos por ejemplo a jóvenes estudiantes y adultos mayores, pueden tener un impacto positivo en la economía durante el año.
“Creemos que va a empezar a fluir más dinero de la implementación de los nuevos programas sociales. La gente nueva en el gobierno empezará a hacer que el gobierno funcione”, dice Capistrán, quien pronostica una expansión de 1% este año.
Capistrán añade que el Banco de México puede comenzar a recortar las tasas de interés en la segunda mitad del año desde el nivel actual de 8,25%, movimiento que apoyaría el crecimiento de la economía.
El arranque del año estuvo marcado por el desabasto de gasolina, resultado de la estrategia del gobierno para combatir el robo de combustible, y por bloqueos de manifestantes en importantes vías ferroviarias.
Esos incidentes hicieron dudar a los analistas sobre el desempeño económico del país en el primer trimestre, aunque el IGAE, una medición mensual del PIB que calcula el instituto de estadística INEGI, creció 0,2% en enero.
El instituto de estadísticas divulgará la cifra preliminar de crecimiento del PIB en el primer trimestre el próximo lunes.