Con el olor al copal y al cempasúchil, de fondo la canción de Paloma Negra y a la vista una fría tumba adornada de flores amarillas y blancas, sentado en una silla de madera se encontró en el Panteón Mictlancíhuatl a Panuncio Félix Pacheco.
El 31 de octubre en los panteones San Sebastián o panteón viejo, así como en el Mictlancíhuatl o panteón nuevo, Panuncio y decenas de familias más acuden a velar a sus muertos, una tradición que se resiste a morir en pleno siglo XXI.
Panuncio tiene 82 años de edad y más de 20 acudiendo a velar a su padre y madre muertos, recuerda que esta fecha es momento de convivencia familiar para honrar la memoria de sus seres queridos.
“Hablamos de sus enseñanzas, de sus consejos, de la forma en que nos educaron, de cómo eran física y emocionalmente, de sus chistes y su gran sabiduría”, dice Panuncio.
Familiares vivos, comenta, se dividen para velar las tumbas de sus seres queridos, que muchas ocasiones se encuentran enterrados por separados tanto en el panteón San Sebastián como en el Mictlancíhuatl.
Mencionó que hace 20 años se colocaba una cruz de cal sobre la tierra en donde estaban sus difuntos, familiares convivían comiendo el platillo típico conocido como pletatamal, así como bebiendo mezcal o tequila.
Hijo de padres nativos de Xoxocotlán, Panuncio expone que la tradición va cambiando, ahora tiene más color y es más resaltado para que sea visitado por turistas de otros estados de la república o de otros países.
En el Mictlancíhuatl también se escuchan “Me cansé de rogarle” o “La Puerta Negra”, turistas portan disfraces y se pintan el rostro de calavera, de la llorona, del novio u otras imágenes alusivas a la fecha.
Mariachis y bandas de música ofrecen sus servicios a las familias que ahí se encuentran, también niños y niñas disfrutan sobre calles céntricas de la gastronomía que se expende, o de los juegos mecánicos instalados alrededor de los panteones.
En Xoxo se vivió la tradicional Velada a sus Muertos.