“Oaxaca no cambió, por los nulos resultados sexenales en la disminución de los índices de pobreza, marginación y desigualdad en Oaxaca; no cambió, porque se siguió empobreciendo a millones, mientras los millones del presupuesto se los llevaban unos cuantos, tradición de siempre en este marginado estado, Oaxaca no cambió porque fracasó la alternancia y no alcanzamos el umbral de la transición democrática, esperanza prometida tantas veces a los oaxaqueños pero que terminó representada por la permanente y acrecentada corrupción, ineficacia, ineficiencia, herencias de un pasado priísta”, afirmó el Coordinador de la Fracción Parlamentaria del Partido del Trabajo (PT), Jesús Romero López.
Fue durante su intervención para fijar el posicionamiento de la bancada del PT relativo a la glosa del Sexto Informe de Gobierno de Gabino Cué, en el que Romero López señaló que Oaxaca no merece, ni sus representantes, una rendición de cuentas resumida en libros blancos, en una caja vacía que nada dice, no debe quedar en un pacto de impunidad que suscriban el Gobernador entrante Alejandro Murat y Gabino Cué, mal ejemplo se daría si eso ocurriera, las bases de legitimación del próximo ejercicio de gobierno deben ser la transparencia, la rendición de cuentas, que se inicia desde que se transparente la entrega recepción, hoy sigilosamente guardada como un secreto de dos.
Agregó que así de mal se encuentra la democracia oaxaqueña, en pleno siglo XXI, cuando la rendición de cuentas es una de las condiciones indispensables para cualquier democracia digna, resulta que el Mandatario prefiere el silencio, la opacidad, un informe a través de un documento y de interpósita persona, y no la posibilidad de al menos ofrecerle a la ciudadanía una explicación de este fracaso, y de este fraude sexenal, que se suma a los anteriores y que a todas luces nos dice que Oaxaca no cambió.
Reiteró que Oaxaca no cambió, porque a pesar de que Gabino Cué prometió el desmantelamiento del régimen autoritario y propuso mecanismos de democracia participativa como el referéndum, el plebiscito, y la revocación de mandato, para que el poder público estuviera permanentemente sujeto al escrutinio y la evaluación popular, ello no sucedió, porque si bien varias de estas reformas se realizaron, fueron demagógicas.
“Porque inclusive quienes tuvimos la responsabilidad inicial de llevar a Gabino Cué y el proyecto de esperanza para cambiar Oaxaca, no asumimos con la energía y la autoridad necesaria nuestra participación en la conducción de un proyecto democratizador que anhelaba Oaxaca, décadas de acumulación de fuerza, de procesos de lucha social, sindical, electoral, fueron tirados por la borda porque algunos de los aliados callaron, otras fueron cómplices y los menos denunciamos que el rumbo se había extraviado. Algo de autocrítica debe haber en quienes fuimos responsables por una y otra de la tragedia que fue Gabino para Oaxaca”.
El coordinador parlamentario del PT reiteró que inclusive quienes tuvieron la responsabilidad inicial de llevar a Gabino Cué y el proyecto de esperanza para cambiar Oaxaca, no asumieron con la energía y la autoridad necesaria su participación en la conducción de un proyecto democratizador que anhelaba Oaxaca, décadas de acumulación de fuerza, de procesos de lucha social, sindical, electoral, fueron tirados por la borda porque algunos de los aliados callaron, otras fueron cómplices y los menos denunciamos que el rumbo se había extraviado, “por lo que algo de autocrítica debe haber en quienes fuimos responsables por una y otra de la tragedia que fue Gabino Oaxaca”.
No obstante, aseveró que también hay otra corresponsabilidad, y es muy clara, pues nunca hubo oposición al gobierno que fenece, el PRI, quien debiera ser contrapeso como toda democracia dicta a la coalición gobernante, fue complaciente, formó parte de la corrupción y beneficiario de esta esfera de corrupción.
Asimismo, manifestó que Oaxaca no cambió y prueba de ello es que en dos semanas Gabino Cué le regresará el poder al PRI, que significa cualquier cosa menos transición democrática, pues la agregó, la pregunta ahora será si esto significa una regresión, autoritarismo, un milagro; pues lo que debe venir es más democracia, más transparencia, respeto e igualdad plena, nuevos tiempos para que en Oaxaca la gente viva feliz, por lo que los legisladores tienen el reto de fungir como un verdadero factor de poder, como un factor de solución a la vida cotidiana de los oaxaqueños, como un contrapeso también, cuando se pretenda vulnerar al pueblo..
“Los legisladores del PT, estamos en esa idea, por ahora debemos hacer valer con responsabilidad nuestra facultad de evaluación hacia el Ejecutivo, deben acudir a este pleno, todos y cada uno de los funcionarios del Gabinete, para rendir cuentas del estado que guarda la administración pública y bajo un esquema eficiente de las mismas, puede establecerse un diálogo republicano, moderno, que satisfaga sobre todo a los ciudadanos que a detalle quieren saber qué pasó con su dinero, con la gobernabilidad, con la educación, etcétera”, finalizó.