No hay plazo que no se cumpla.
Y hoy Gabino Cué Monteagudo, el “demócrata” que llegó para robar, se va por la puerta trasera, atrás deja una estela de corrupción y de muertos, inimaginable en la historia de Oaxaca.
Cómo no recordar esos aciagos días de finales del sexenio del priista Ulises Ruiz Ortiz en 2010, el pueblo oaxaqueño lo único que quería era que terminara el periodo de “El Tirano”, así lo bautizaron, y diera paso a la esperanza de un gobierno de alternancia que diera el viraje en la política social y económica del lastimado Oaxaca, después de 70 años de gobernar el PRI.
Sin embargo, hoy que fenece la administración del gobierno que despertó grandes expectativas de cambio en Oaxaca, los resultados superan en mucho, con creces diríamos, la corrupción de gobiernos priistas.
Una deuda histórica de 18 mil 500 millones de pesos, la cual creció alarmantemente en un 200%, imposible de superar, inimaginable, impagable, a Gabino Cué le estalló Oaxaca en las manos y lo alcanzará el juicio de la historia.
Hay un posible daño patrimonial al Estado hasta por 10 millones 602 mil pesos por el manejo irregular de recursos, el cual fue detectado por la Auditoria Superior de la Federación, aunque se presume que sea mayor la cantidad, empero, no hay castigo para los presuntos responsables del quebranto financiero.
Sus más cercanos colaboradores como Jorge Castillo Díaz, Alberto Vargas Varela, Germán Tenorio Vasconcelos y Netzahualcóyotl Salvatierra López, son los que más han tenido señalamientos de actos de corrupción y de enriquecimiento ilícito, de negocios que crecieron como la espuma, pero ninguna autoridad federal les ha echado el guante.
Alberto Vargas Varela, por ejemplo, ya tiene su departamento en Málaga, España, mientras que la familia de Cué Monteagudo adquirieron una propiedad en Londres Inglaterra. Finísimos servidores públicos.
Sobre Gabino Cué también pesan más de 550 feminicidios que se dispararon de forma alarmante y jamás quiso declarar la alerta de género, así como también la tragedia más fuerte, los muertos de Nochixtlán, que llevará sobre sus hombros.
El quebranto hasta por 8 mil millones de pesos en los Servicios de Salud de Oaxaca, y los hospitales desmantelados.
Pese a todo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la administración de Luis Videgaray Caso, le perdonó el pago de 9 millones 540 mil 048 millones de pesos en 2015 del posible quebranto financiero debido a irregularidades en la operación de transferencias del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa).
El recuento de la deuda pública es el siguiente:
En el rubro de Deuda Pública y Obligaciones de Pago, la deuda pública con la banca comercial asciende a 8 mil 773 millones 024 mil 446 pesos; con la banca de desarrollo, es de 6 mil 397 millones 067 mil 512 pesos y, con emisiones bursátiles es de 5 mil 946 millones 999 mil 915 pesos.
La deuda pública a largo plazo es de 9 mil 141 millones 805 mil 612 pesos; con “Créditos Bono Cupón Cero y otras Obligaciones de Pago a Largo Plazo” 8 mil 098 millones 351 mil 877 pesos y, en créditos bancarios a corto plazo, 3 mil 062 millones 500 mil pesos.
A junio del año 2016, la deuda pública que deja Gabino Cué con el grupo financiero Interacciones del empresario Hank González, es de 2 mil 250 millones de pesos; con Bancomer, de 1 mil millones de pesos; con Santander, de 2 mil 400 millones de pesos; con Banorte, de 700 millones de pesos y con HSBC, de 412 millones 500 mil pesos.
Con Banobras, la deuda pública asciende a 5 mil 982 millones 633 mil 128 pesos; con tenedores de certificados bursátiles de 5 mil 946 millones 999 mil 915 pesos; con “Impulsora de Proyectos de Oaxaca”, 350 millones de pesos y con la “Operadora de Ciudad Judicial de Oaxaca SA de CV”, 1 mil 260 millones 524 mil 446 pesos.
Hoy que concluye el Gobierno de Cué Monteagudo, hay 2 millones 662 mil 700 habitantes en pobreza.
También un desastre financiero en obras inconclusas, como la Ciudad de los Archivos, el Estadio de Alebrijes, el Cytibus, la obra inaugurada ayer del Parque Guelaguetza, que también no está terminada y mal hecha, entre otras joyitas que le hereda al nuevo gobierno electo del PRI.
La pobreza extrema y la miseria crecieron y hoy existen un millón 130 mil oaxaqueños, según la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) que no tienen que comer en el nuevo Oaxaca del hambre.
Y hasta el último día de su administración, en Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), se llevaron maquinaria, por ello los trabajadores tomaron las dependencias para evitar tanto saqueo.
Que les digo, en la Secretaría de Administración no solo desparecieron equipos de cómputo, escritorios, cargaron hasta con hornos de microonda, si son unas joyitas los gabinistas.
Esta es la herencia que recibe el nuevo gobierno priista de Alejandro Murat Hinojosa, un Oaxaca desmantelado, quien este jueves 1 de diciembre rendirá protesta frente a un estado en ruinas, y será su decisión si supera a Cué en corrupción o si le hace justicia al pueblo oaxaqueño llevando a la cárcel a quiénes quebrantaron los dineros del Estado.
Importante será sentar un precedente en Oaxaca, ya es tiempo que paguen quiénes le han hecho tanto daño.
Aunque el gobernador electo Alejandro Murat Hinojosa ha dicho que su gobierno no perseguirá a nadie, pero quienes cometan ilícitos tendrán que responder, igual y no voltea hacia atrás, y se sigue de frente, pero aquí preguntamos ¿podrá con el lastimado Oaxaca?
Y reviste gran importancia que desde los nombramientos de los hombres y mujeres que lo acompañarán en su gabinete, sean gentes con probada capacidad, honestidad y ganas de servir a Oaxaca, porque ahí está la clave para dar resultados, esas respuestas que la gente ansía encontrar en sus autoridades.
Hay una gran expectativa en la gente de que con el cambio le vaya bien a Oaxaca, están ansiosos de respuestas a sus demandas, ojalá que Alejandro Murat Hinojosa esté a la altura del pueblo oaxaqueño, sino, también el juicio de la historia lo alcanzará.
Se abre una nueva historia para Oaxaca, ojalá sea para bien.
¡Alejandro Murat Hinojosa no puedes equivocarte!…no se gobierna con el garrote, pero sí con mano firme, haciendo respetar la Ley, ese gran legado juarista, y con inteligencia.
(Columna de colaboración publicada en la Revista Política 360)
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