Julio de 2019 registró el monto más alto de retiro por desempleo en 10 años y de acuerdo con la Consar, las pensiones serán de 4 mil 475 pesos a partir de 2022, aunque expertos consideran que podrían ser menor: sólo 10 por ciento del último salario de un trabajador.
En los primeros siete meses de 2019, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) entregaron 6 mil 658.3 millones de pesos por retiros parciales a miles de desempleados del país. Este monto es el más grande en una década, y para expertos consultados por ZETA, una señal de que el mercado laboral sigue en deterioro.
De continuar la tendencia alcista, en 2019 el monto total de estos retiros superaría los 11 mil millones de pesos, estableciéndose así un récord, ya que por año 2014 registró la cantidad más elevada, con 9 mil 863.6 millones de pesos, seguido de 2018, con 9 mil 610.3 millones de pesos.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), los meses con mayor número de retiros por desempleo en el transcurso de 2019 fueron julio, con mil 204 millones de pesos; seguido de mayo, con mil 110.7 millones y enero, con 944.2 millones. Los datos también apuntan que el mayor número de retiros se da en Afores que administran cuentas de personas con bajos ingresos salariales, como Azteca y Coppel.
Para Roberto Valero, presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, si bien las personas con Afore pueden hacer retiros voluntarios de sus cuentas para otras necesidades como el matrimonio, el retiro por desempleo sigue siendo la primera fuente a la que se recurre cuando no se cuenta con un empleo formal.
En cuanto al beneficio que representa para los trabajadores hacer un retiro por desempleo, Salim Afiune Sawaya, presidente de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC), explica que los retiros bajo la Ley de 1997 -que creó a las Afores- dependen de la cantidad de recursos que tenga el trabajador en su cuenta, y una vez hecho el retiro, se le descuentan semanas cotizadas.
La bomba
Según la Consar, a partir de 2022 las primeras personas inscritas en las Afores comenzarán a retirarse con una pensión de 4 mil 475 pesos, dado que una mínima parte de los cerca de 80 mil inscritos al año alcanzará las mil 250 semanas de cotización que se requieren.
Es una “bomba” que podría explotar en cinco o seis años, cuando las generaciones inscritas en las Afores se den cuenta de que las pensiones son tan bajas que incluso el gobierno tendrá que otorgar recursos para proporcionar la pensión mínima garantizada prevista en la Ley del Seguro Social, que es de 1.5 veces el salario mínimo.
En contraste, las personas que aún se encuentran bajo el régimen de la Ley de 1973, tendrán una tasa de reemplazo del 100 por ciento si ganan menos de siete Unidades de Medida y Actualización (UMA). Cantidad que va disminuyendo hasta 25 UMA, con una tasa de reemplazo del 30 por ciento.
Para Hernández Martínez, la magnitud del problema no sólo está en cómo van a sobrevivir las personas, ya que algunas optarán por seguir trabajando, sino también en qué hará el gobierno ante tal presión financiera al presupuesto que supone el cambio en la pirámide poblacional y el incremento de la esperanza de vida, con lo que habrá “menos personas en edad productiva y más adultos mayores en 2050”.
¿QUÉ AFECTA EL AHORRO?
En opinión de los especialistas, la precariedad laboral ha sido uno de los factores que influyen para que las personas vayan a tener una pensión tan reducida. El economista Roberto Valero expone que si bien se criticó los salarios bajos durante la administración pasada, en los primeros siete meses del actual sexenio, el número de personas con una percepción de dos salarios mínimos aumentó en más de 800 mil.
Otro aspecto vinculado con el mercado laboral que repercute en el ahorro de los trabajadores, es la tasa de informalidad, la cual se ubicó en 56.4 por ciento de la Población Económicamente Activa, quienes no cuentan con seguridad social, prestaciones ni Afores.
Una estimación alarmante -según el estudio de la Cámara de Diputados- es que alrededor de la mitad de las cuentas individuales de las Afores están inactivas, ya que pertenecen a trabajadores que están desempleados o son parte de la informalidad.
Por otro lado, el rendimiento de las Afores es otro factor que afecta el monto de retiro, ya que en promedio es de 5 por ciento anual, indica Hernández Martínez.
Los rendimientos van en función de las carteras de inversión que tienen las Afores y que a su vez dependen de la evolución de la economía, y “como hemos visto, todo está interconectado, lo que afecta a uno, afecta a todos en cadena”, agrega el especialista de la Universidad Iberoamericana.