El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó suspender por el momento de su cargo a 10 superdelegados federales por haber sido acusados presuntamente por desvíos de recursos.
Sobre los delegados de Chihuahua, Chiapas, Colima, Guanajuato, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Jalisco y Aguascalientes, el mandatario indicó que es una denuncia que está “desahogando” la Secretaría de la Función Pública (SFP) y ésta es la que debe proceder sobre las separaciones de los cargos a los funcionarios en esas entidades.
Sin embargo, refirió que no son las únicas denuncias por corrupción que está manejando esa dependencia y que hay cientos que la SFP debe de atender.
“Deben de tener ahí cientos de denuncias, sería hasta bueno saber, no son 10, lo que pasa es que estas 10 tienen que ver con los coordinadores del gobierno federal en los estados y hay también controversia sobre estos asuntos”, expresó.
Aseguró que las investigaciones se concretarán “sin impunidad” para nadie, y que el poder ejecutivo hará caso de lo que dictamine la Función Pública.
Agregó que si las consideraciones de la dependencia dan como resultado “asuntos graves”, entonces lo que procederá serán las destituciones.
“Pues a separarlos del cargo y a profundizar en la investigación”, aseguró.
Sobre los apoyos que deberían garantizar los superdelegados, el mandatario mencionó que no se le está poniendo el pie, sino una “roca” para que no avance la cuarta transformación en materia de bienestar y apoyo social.
Señaló que estas acusaciones a superdelegados no son asuntos complejos, pues, argumentó que su administración no protege a nadie y que no es cómplice de la corrupción.